El conductor de la pantalla chica argentina, Marcelo Tinelli fue a una fiscalía porteña para declarar como testigo en la causa que inició su hija menor, Juana luego de recibir amenazas en una llamada por la aplicación WhatsApp.
El episodio, que ha generado revuelo en las redes sociales, no solo expone el temor de la modelo, sino también las grietas profundas en la relación familiar del clan Tinelli.
Según lo relatado por el también locutor en su testimonio realizado en la Fiscalía Contravencional N°6, en el momento de los hechos, él estaba preparándose para grabar una serie de escenas de su reality show cuyo rodaje transcurría en el calor del hogar. Así, afirmó: "Estaba en maquillaje cuando recibí un mensaje de Juana, llorando desconsolada. Me contó que Gustavo Scaglione la había amenazado". En este instante, intentó llevar un manto de calma a su hija pero la madre de la influencer, Paula Robles tomó el teléfono y le pidió que hicieran la presentación legal.
Luego de ese mal momento, la heredera bloqueó a su padre e hizo una publicación en las redes sociales dando cuenta de su situación. Entre sus palabras, escribió: "Esto no es solo sobre una amenaza, es sobre años de silencio y promesas rotas". El post acumuló miles de interacciones, avivando especulaciones sobre la dinámica intrafamiliar.
Vale mencionar que Gustavo Scaglione es un hombre reconocido por su labor como referente en los medios de comunicación y por estar al frente de empresas de diversos rubros de nuestro país. Asimismo ha desmentido la acusación, tomó los recaudos legales para limpiar su buen nombre y ahora todo queda en manos de la justicia.