La Tecla
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La conversación digital argentina sobre las elecciones legislativas del 26 de octubre se mantiene activa, pero atravesada por un clima emocional crítico. Según el último informe de Monitor Digital, el 81% de las menciones vinculadas al proceso electoral tuvo tono negativo, reflejo de una campaña saturada por la polarización, la desconfianza y el cansancio ciudadano frente a la política.
La nube de términos más repetidos —“Milei”, “Gobierno”, “Argentina” y “Octubre”— evidencia que la discusión gira en torno a la figura presidencial, más que a la contienda legislativa. En redes, el debate se vacía de contenido programático: desaparecen conceptos como “economía” o “seguridad” y predomina la reacción emocional.
Tanto Fuerza Patria como La Libertad Avanza registraron un 85% de negatividad en la última semana.
En el caso del peronismo, la conversación digital aparece fusionada con la palabra “Gobierno”, lo que diluye la frontera entre gestión y campaña. En los intercambios sobre el oficialismo se cuelan términos del discurso libertario, como “Milei” o “Libertad Avanza”, señal de una pérdida de autonomía narrativa.
Entre los libertarios, la crítica proviene de la sobreexposición. “Milei” sigue siendo el eje absoluto de la conversación, pero el escándalo Espert-Machado reavivó las menciones negativas y erosionó su imagen.
El frente Provincias Unidas mostró un 73% de negatividad, el nivel más bajo del espectro. Su conversación gira en torno a palabras como “gobernador”, “trabajo” y “provincias”, lo que refleja una narrativa más institucional y federal. Los nombres de Pullaro, Llaryora, Stolbizer y Lousteau componen una constelación asociada a la moderación y la estabilidad.
El análisis del sentimiento neto muestra un rechazo homogéneo hacia todas las fuerzas:
La Libertad Avanza: –71
Provincias Unidas: –55
Frente de Izquierda: –33
El estudio concluye que la campaña transcurre sin entusiasmo, con un electorado digital que expresa su vínculo con la política más a través del enojo y la ironía que del apoyo o la esperanza.
Según Monitor Digital, el ecosistema argentino ingresa en la recta final con una negatividad estructural: la conversación en redes se volvió un espacio de catarsis colectiva.
En este contexto, los espacios que logren transformar el malestar en un relato de renovación o alivio podrían captar el voto flotante que hoy solo se expresa en forma de crítica.