La confirmación de que, finalmente, no habrá desdoblamiento electoral, obliga al oficialismo provincial a poner el pie en el acelerador y diseñar una estrategia "propia", que le permita mostrar logros y despegarse de la pesada imagen de Mauricio Macri, que actúa como un bloque de cemento para María Eugenia Vidal.
Entre todas las opciones que analiza el equipo de campaña, la Educación parece contar con cierta aceptación, habida cuenta de que es un tema sensible y sobre el que la sociedad tiene depositada la mirada. Por un lado, para saber si finalmente comenzarán las clases en tiempo y forma y, además, contando con una porción de los votantes que responsabiliza a los gremios por complicar el ciclo lectivo en la Provincia.
Con este panorama, el Gobierno bonaerense sacó un as de la manga: las Mesas Educativas Distritales, que funcionarán en los 135 distritos del territorio provincial y que, de a poco, se han ido conformando. El envión final, aseguran, será en los últimos días de febrero, para cerrar el 100% de municipios con estas nuevas estructuras.
Las nuevas estructuras burocráticas, de acuerdo a la convocatoria, estarán integradas por concejales, consejeros escolares, referentes políticos locales e inspectores. Un rápido repaso permite detenerse en un dato no menor: no se ha invitado, al menos desde lo formal, a los maestros, a través de sus representaciones sindicales.
Como era de esperar, los gremios nucleados en el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUFB) ya pusieron el grito en el cielo, acusando a Educación de querer socavar su lucha, que incluye el reclamo de convocatoria a paritarias, tras el fracaso estrepitoso del año anterior.
En el transcurso de la conformación de la mesa de Chacabuco, la Subsecretaria de Políticas Docentes y Gestión Territorial de la provincia de Buenos Aires, Florencia Castro, aseguró que el Gobierno busca "velar por la calidad y la infraestructura educativa y apuntar a la difusión de las políticas provinciales que se implementan en materia educativa, el primer objetivo que se plantearan todas las mesas que pasarán a conformarse en cada territorio es garantizar el comienzo de clases en tiempo y forma en cada ciudad y localidad del interior de cada distrito".
Sin embargo, desde el anonimato algunos hombres del oficialismo confesaron que el punto de mira está puesto en las elecciones de este año, y para ello el tema de la Educación será central.
Se trata, aseguran, de romper con el poder de los sindicatos y crear bloques que ayuden a taladrar con una idea: las clases tienen que comenzar el 6 de marzo, como establece el calendario escolar, poniendo a Baradel y sus compañeros de militancia gremial en la picota.
En definitiva, socavar el poder de los sindicatos docentes, al poner como protagonistas al resto de los sectores, con un añadido no menor: la participación de los padres, a quienes ven como un apoyo fundamental para que las medidas de fuerza sean de menor impacto este año, donde oficialismo y oposición se juegan tanto.
El plan completo comprende algunas acciones ya definidas, como la convocatoria a un Encuentro Provincial en la ciudad de La Plata, que tendrá lugar el 12 de febrero.
Además, el 25 de este mismo mes se realizará una conferencia de prensa y, un día después, un Timbreo Educativo, además de juntadas de firmas y marchas en defensa del inicio de clases en la fecha programada.
La ofensiva irá acompañada de la presentación, en los diferentes Concejos Deliberantes, de proyectos de declaración por parte de ediles de Cambiemos para solicitar el inicio de clases el 6 de marzo.
Esta lucha de Cambiemos por tomar las riendas del debate Educativo se complementa con otros ejes, que el oficialismo espera usar en campaña, como los resultados de las pruebas Aprender o la implementación del boleto estudiantil, además del nuevo sistema de gestión de licencias a través de internet.
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