“El mundo se está complicando muchísimo, sobre todo en Europa. En primer lugar en Turquía, que está intentando salir de un problema con su moneda. Turquía es hoy el Hong Kong de los ’90, hoy se compara a Argentina con Turquía. Son considerados los países más vulnerables del mundo en el mercado internacional”, abrió su exposición el economista Fausto Spotorno, en el marco de un nuevo seminario organizado por CNA Multimedios.
En este marco, resaltó que “Italia tiene un problemón bárbaro. Se define el Gobierno, le quieren hacer un impeachment al presidente. Italia no tiene problemas fiscales, la deuda es 2.3 billones de euros”, por ello, “Estados Unidos se da cuenta de esto y se empieza a correr en todos lados”.
“En ese escenario, Argentina tiene que financiar un déficit fiscal que es altísimo. Durante todos los ’90, nunca tuvimos déficit primario. Ahora tenemos dos agravantes: un gasto público más elevado y una presión tributaria que es la más alta de la historia argentina”, añadió el economista.
“Un gasto público tan elevado implica que hay que sacarle recursos al sector privado de alguna forma. Puede ser con impuestos, deuda o inflación; aún con deuda externa. Tener un Estado tan grande genera bajas tasas de crecimiento de la economía. El problema no es sólo el déficit, sino el tamaño del Estado. Son problemas vinculados, pero diferentes. Uno es financiero, porque el déficit fiscal lo podés tener siempre y cuando alguien te preste plata. El otro es económico y social porque si querés romper el piso de la pobreza estructural tenemos que crecer a velocidades más altas. Ahí es donde la carga impositiva empieza a tener dificultades de crecimiento”, dijo el Director del Centro de Estudios Económicos de OJF.
Luego, Spotorno señaló que “Argentina no puede invertir más porque el sector privado no puede ahorrar más. Pedirle más al sector privado no va a suceder, porque hay que vivir. Hay un problema estructural centrado en la cuestión fiscal”.
“El programa original del Gobierno no prestó atención a estos dos problemas. El déficit entre 2015 y 2017 es el mismo. Pasaron dos años sin resolverlo y se encontraron con que se lo resuelve el mercado”, agregó.
En cuanto al panorama que se viene, Spotorno señaló que “entramos en un proceso recesivo que va a durar todo el año. Eso hizo que el Banco Central interviniera en las tasas de interés. El impacto tarda dos o tres semanas en afectar a partir de la suba de tasas. Argentina tiene un sistema financiero muy chico, es una décima parte de Estados Unidos o Chile. Se financia capital del trabajo, entonces cuando sube la tasa, interviene en el capital del trabajo”.
“El Gobierno tiene que ponerse las pilas para recuperar y dar señales de credibilidad sobre el rumbo que tiene que tomar la economía. Además, debe ser muy austero. Hoy el mundo financiero está metido dentro de la misma bolsa que el mundo real. Eso es lo que impide que tengamos inversiones reales. La cuestión clave es de dónde van a salir los recursos para crecer la economía ¿De los argentinos, de afuera? El Estado no los tiene, el sector privado tampoco y los de afuera lo tienen pero están asustados”.
“Este año va a ser malo, y los que vienen van a ser mediocres. Hay que resolver la cuestión fiscal, con un Estado más eficiente y pequeño, con menor presión tributaria”, concluyó.
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