"Se apagó la primavera cristinista, que se vuelva al Sur y siga con la suya, con sus nietos, demasiado daño le hizo al país como para ir en busca de más", señaló un ex kirchnerista en estricto off, resaltando a su vez que "el peronismo se debe despegar de Cristina, hay que escucharla sí, pero mejor tenerla lejos".
Tras varios amagues, idas y vueltas, llamativamente, la bancada se partió apenas unos días después del regreso de la ex presidenta a la escena política. Lejos y desacertadas quedaron las versiones que indicaban que la presencia de CFK iba a a colaborar con la unidad.
Vale decir, las versiones no salían de una mera conjetura política. La propia ex mandataria había hecho el pedido el lunes, durante el encuentro que mantuvo en el Instituto Patria con 51 de los 55 intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires.
“Se habló de que tenemos que trabajar unidos, de que tenemos que ser un solo bloque, que tenemos que reforzar a los compañeros de la Provincia y del Congreso Nacional", decía ante La Tecla el jefe comunal de Saavedra, Hugo Corvatta, minutos después de concluído el cónclave
Agregaba que la intención era que los legisladores, en ese entonces de una sola bancada, "se sumen a nosotros a trabajar en conjunto y encontrar soluciones, porque estos no son problemas (crisis económica) de dirigentes, los problemas los está sufriendo la gente”.
Puntualmente, el mandamás de la Sexta, sobre las diferencias del bloque K y la entonces casi insalvable comunión, señalaba ante La Tecla que trabajarían “para que el bloque se una y para ayudarlos a encontrar una solución que evite que el bloque se rompa”.
Pero la solución no llegó. Las negociaciones entre los que están de un lado y los que están del otro se tornaron imposibles. Y así, se puede decir, dejaron mal parada a la Jefa, que habpía llegado desde el sur en la búsqueda de la unidad del Justicialismo
Ojo, no se estuvo tan lejos. En algún momento se creyó que podía darse. “La aparición de Cris calmó un poco las aguas”, señalaron desde la Cámara baja al referirse a las diferencias entre los legisladores K y los antiK, aunque aclararaban que la aparente tranquilidad no reemplazaba la posibilidad de que el bloque finalmente se rompiera.
Y se rompió nomás. Trece de los diputados que integraban la bancada que hasta hace un tiempo presidió el camporista José Ottavis, decidieron dar el portazo y nuclearse en torno a un nuevo bloque, al que denominaron FpV- PJ, y que será liderado por el legislador de Saladillo, Waltar Abarca, ex secretario privado de Néstor Kirchner.
El grupo lo completan Valeria Amendolara, Marcelo Feliu, Alicia Sánchez, Liliana Pintos, Mauricio Barrientos, Andrés Quinteros, Ricardo Móccero, Mariano San pedro, Evangelina Ramírez, Manuel Elias, Rodolfo Iriart y Alejandra Martínez.
Tal como se informó ayer, si bien quienes conforman este espacio indicaron que no descartan que se integren más diputados que también tienen diferencias con la agrupación ultrakirchnerista, existe la posibilidad que los que responden al Chino Navarro y a Horacio González armen un tercer bloque.
La fractura fue formalizada después de las 18 de este jueves mediante una nota dirigida a Jorge Sarguini, presidente de la Cámara de Diputados. La posibilidad de este quiebre comenzó a tejerse en diciembre, cuando se designó a Ottavis como titular de la bancada.
Sin embargo, la gota que rebasó el vaso fueron los cruces que surgieron en el interior del espacio al momento de definir el acompañamiento o no del Presupuesto 2016 enviado por el Ejecutivo. Finalmente, en aquella oportunidad, el voto fue dividido.
La confrontación fue creciendo con el paso del tiempo y Ottavis presentó su renuncia a la presidencia del bloque. Mientras la unidad pendía de un hilo, aparecieron en danza varios nombres como posibles reemplazantes: Horacio González, Juan José Mussi y Abarca, fueron algunos de los candidatos.
Una larga novela, eterna. Vaya paradoja, llegó al final cuando todo hacía que iba a continuar. O sea, apareció Cristina en busca de la unidad ciudadana (de la mano del Frente Ciudadano) y el bloque que el peronismo quería preservar, se partió en dos. |