El discurso de la esperanza K

Miles de personas se apostaron en la Plaza de los Dos Congresos y sus alrededores. Querían ser testigos del último discurso de la presidenta Cristina Fernández ante la Asamblea Legislativa. Desde muy temprano, militantes de distintas agrupaciones K, jóvenes, viejos y familias enteras colmaron el lugar con coloridas banderas. Todos, absolutamente todos, con el objetivo de hacerle el aguante al modelo kirchnerista.

Llegaron desde el interior, desde el GBA y desde la mismísima Ciudad. Se bancaron el calor, la lluvia, los empujones, los ruidosos bombos y hasta las dificultades para ver e incluso escuchar a la Jefa. Pero ahí estaban. Firmes. Algunos por el choripán y la Coca, y muchos otros, la gran mayoría, por las ganas de estar.

Adentro, CFK no se calló nada. Si bien la alocución de la mandataria fue en un tono bastante conciliador en un 80 por ciento de su extensión, también tuvo esa verborragia e ironía que tanto gustó en la Plaza. Cuando Cristina habló de la Amia y del Caso Nisman, los cánticos se potenciaron.

Sucedió lo mismo cuando el diputado macrista Federico Pinedo, ante una chicana de la Primera Dama, se animó a hacer la V de Victoria. El anuncio del envío del proyecto para estatizar los trenes también fue celebrado, al igual que los números con los que se intentó mostrar una gestión favorable.

Pero en el fragor placero lo que más gustó fue eso de que “no dejo un país cómodo para los dirigentes, dejo un país cómodo para la gente”. Las miradas apuntaron a Massa y Macri, pero también a Randazzo y Scioli. El próximo presidente no será de apellido K.

Otro momento al que se le prestó atención se dio cuando el senador Morales pidió a los gritos “una moción de orden, que vuelva al debate”, y Cristina le respondió “me encanta, déjenme volver a ser legisladora, voy a volver al debate”. ¿CFK a la cabeza de una lista de Diputados? Muy difícil.

¿CFK a la cabeza de la lista de parlamentarios del Mercosur? No tan difícil. Desde el kirchnerismo aseguran que el proyecto va a salir y que el tramo ese de la boleta será el que esté más arriba. “No quiere decir que Cristina vaya a ser candidata, pero tampoco que no vaya a ser”, contó a La Tecla un allegado a Máximo K. Los muchachos sueñan con un CFK vs. Macri. ¿Por qué no?