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Jueves, 25 abril 2024
ANALISIS
27 de septiembre de 2012

Casal: un ataque como elemento de defensa

En las últimas horas, el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, procedió, en un hecho inusual y poco creativo, a ordenar el inicio de sumarios administrativos al personal policial nombrado en el informe de la Comisión Investigadora del caso Candela. Este hecho cambió la posición del gobierno provincial frente al cuestionado informe

Casal: un ataque como elemento de defensa - La Tecla

Por Mario Baudry

En las últimas horas, el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, procedió, en un hecho inusual y poco creativo, a ordenar el inicio de sumarios administrativos al personal policial nombrado en el informe de la Comisión Investigadora del caso Candela. Este hecho cambió la posición del gobierno provincial frente al cuestionado informe.

El ministro, en un acto de arrojo y como máximo exponente de la comedia parisina, procedió a remitir el informe de la Comisión del caso Candela a la Dirección de Asuntos Internos de la Policía provincial, para que investigue el accionar de la fuerza policial y su desempeño profesional.

Lo cómico de la situación, por no decir grave, es que tanto la Policía como la Dirección de Asuntos Internos dependen del propio ministro; es decir que en un principio negó la existencia del informe, saliendo a respaldar a Matzkin y su gente, y después, por la conmoción social que el hecho causó, los manda a investigar, siendo él juez y parte.

El resultado de la investigación resulta obvio. La conclusión de los sumarios va a indicar que actuaron profesionalmente y conforme a derecho; que puede haber alguna cuestión menor pero que son buenos policías y diligentes. El ministro no se va a acusar a sí mismo. Sabe que después de ir por los policías van por él. Nadie se va a culpar a sí mismo.

El titular de Seguridad era un gran admirador de Pierre Nodoyuna y su fiel amigo Patán. El personaje tenía un coche increíble a reacción, con cientos de armas ocultas. En su alocada carrera intentaba perjudicar lo máximo posible a sus competidores, con el único propósito de asegurarse el triunfo. Esta obsesión de Pierre solía acarrearle la pérdida de tiempo valioso y, generalmente, la victoria. Ricardo Casal está igual; con el envío del informe de la Comisión Candela a Asuntos Internos pretende dilatar la situación en el tiempo, pero se olvida de que los bonaerenses tienen memoria, y también miraban Los autos locos.

La Dirección de Asuntos Internos está a cargo de la ex senadora kirchnerista Viviana Arcidiácono, quien ya emitió opinión en una nota enviada a la Comisión Investigadora del Senado.

En dos cuerpos, el escrito describe que de la investigación “no surgieron indicios ni elementos probatorios que involucren a personal de la Policía de la provincia de Buenos Aries en el hecho”. Si la ex senadora ya emitió opinión, ¿por qué va a cambiar ahora su dictamen?.

La realidad es que este avance del ministro Ricardo Casal no es otra cosa que una simple estrategia para desarticular las causas penales que van a comenzar con las denuncias de los senadores y desde la presidencia de la Suprema Corte de Justicia provincial. No hay mejor defensa que un buen ataque, reza el mentidero popular, y Ricardo Casal lo conoce bien.

Cuando en las causas penales vengan contra el personal policial, el ministro sacará a relucir dos investigaciones de Asuntos Internos que indicarán que no existieron elementos para poner en duda el accionar policial. Para poder coronar con éxito su estrategia de defensa necesita hacer recaer las investigaciones penales en el Departamento Judicial de

La Plata, donde tiene sus amigos, y no en el Departamento Judicial de Morón, donde ocurrieron los hechos. Sería una prórroga de jurisdicción inusual, pero en el ministerio de Seguridad todo es posible.

En este razonamiento, Ricardo Casal no está defendiendo a la Policía, ni a Matzkin, ni a los que él considera su gente; se defiende a sí mismo. Sabe que su última línea de defensa es la cúpula policial; si traspasan esa línea, van por él.

Lo que nadie dice en esta caza de brujas es que no todos los policías actuaron mal, muchos se desempeñaron muy bien; pero los que dirigieron la investigación hicieron todo mal. Tratemos de que los buenos policías no paguen los platos rotos de los malos funcionarios; y los gobernantes deben saber que los bonaerenses tienen buena memoria.

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