“Acá, Siegfried no entra”, advierte el Procurador General, Julio Marcelo Conte-Grand. Habla de Conrad Von Siegfried, el principal villano y vicepresidente de Relaciones Públicas y Terror de KAOS, en la televisiva serie Superagente 86.
La humorada surge de una distracción visual de su despacho: un cuadro del temible operario del recontra- espionaje Maxwell Smart, usando su zapatófono y acompañado de la bella Agente 99.
La broma termina y Conte-Grand vuelve al rol del jefe de los fiscales y defensores que responde a todo, sin cono del silencio.
-Van dos años y tres meses al frente de la Procuración. ¿Qué evaluación hace?
-Nuestro balance es realmente muy bueno, hemos cumplido buena parte de los objetivos que nos planteamos. Después de dos años y tres meses tenemos el mismo entusiasmo, renovamos los objetivos, y tenemos la certeza de que hemos alcanzado mucho de lo que nos habíamos planteado.
-¿Hay recursos para los cambios que impulsa en la Procuración?
-No me siento con un déficit operativo por falta de recursos. Ninguno de mis funcionarios y magistrados podrá decir que no puede hacer su tarea por falta de recursos. Nos gustaría tener más recursos, pero esto no nos limita.
-¿Cuántos fiscales y defensores le faltan a la Provincia?
-Tenemos hoy 629 fiscales y 424 defensores, y eso depende del proyecto que implementemos. Yo no estoy en condiciones de decir cuál sería el número ideal, siempre es necesario tener más personal.
-¿Qué rol cumple el Código de Ética que pusieron en marcha?
-Es absolutamente novedoso. Queremos reforzar los principios, deberes y prohibiciones. Muchos de ellos ya están previstos en distintas leyes, como que no se pueden recibir dádivas o participar en actos políticos partidarios. Vamos a ser absolutamente implacables en el seguimiento de estos principios, prohibiciones y deberes.
-¿Tiene que ver con lo que se encontró cuando llegó a la Procuración?
-Sí, había mucha falta de ética, y nosotros la hemos puesto en la superficie. Tomé una decisión muy importante: reformulé el área de control disciplinario, le di rango de se-cretaría, y eso fue todo un mensaje. Se in-crementaron los procesos disciplinarios, se fue resolviendo el atraso en los trámites disciplinarios, incrementamos la intervención en materia jurys de enjuiciamiento, y en los casos públicos de jueces y fiscales que he-mos investigado se logró su destitución.
-¿Algunos de los que fueron a jury lo acusan de responder al Gobierno y de “tirar carpetazos”?
-No, yo no actúo de esa manera. Carpetazos, nunca. Jamás en la vida hice semejante cosa. Aborrezco este tipo de actuaciones.
-¿Qué medida toma si un fiscal suyo, que investiga una causa política sensible, es imputado de extorsión por un juez?
-Si hay una imputación de un juez, tomo el hecho, lo analizo y lo envío a la Secreta-ría de Control Disciplinario y a la Secretaría de Política Criminal, con los fines de que la primera evalúe si el fiscal pudo haber incurrido en alguna falta disciplinaria y la segunda haga lo mismo y lo envíe a un fiscal general para que evalúe el inicio de una Investigación Penal Preparatoria.
-Se lo pregunto por el caso del fiscal Carlos Stonelli y porque el accionar de la Procuración nacional no...
-(Interrumpe) Antes de que lo pregunte le digo que de otras jurisdicciones no hablo.
-¿Pero no correspondería en este caso, siendo un fiscal con una causa sensible, aplicar un apartamiento preventivo?
-No eludo nada. Lo único que digo es que de otra jurisdicción y de colegas de otras jurisdicciones, no hablo. Pero me sirve decirles a ustedes que hay una situación, que es la del fiscal (Juan) Bidone, del departamento judicial Mercedes, en la cual nosotros nos enfrentamos a lo siguiente: me llama el juez federal (Julián) Ercolini para decirme que Bidone se había presentado ante una fiscal que actúa en una causa con él a hacer una declaración en la que pone de manifiesto algunas cosas vinculadas a una eventual relación (con el falso abogado Marcelo D’Alessio) que probablemente no sea regular. El juez me manda el oficio, analizamos la declaración y el mismo día la enviamos a Control Disciplinario, y el mismo día se iniciaron las actuaciones. También lo envié a Política Criminal, que el mismo día lo mandó a la Fiscalía General de San Martín, y ese funcionario puso el tema en manos de dos fiscales, que en el mismo día abrieron una investigación penal preparatoria y el mismo día allanaron en Mercedes el domicilio del fiscal.
-¿Esa velocidad no estuvo en el caso Stornelli?
-No importa. Yo tengo que hacerlo así porque así lo creo. De manera que yo no puedo hablar de aquel caso, pero sí puedo hablar de este caso, y acá hice esto.
-¿Cómo ve a la Justicia provincial?
-Si nosotros hacemos una fotografía de tres años vista y una de ahora son dos cosas totalmente distintas.
-¿Por qué? Sólo cambió el Procurador.
-Cambió el Procurador y la cultura judicial. Ciertas decisiones que se adoptaron, objetivos que se lograron, cesantías, y otras cosas, le cambiaron la cabeza a la gente.
-¿Confía en que este cambio perdure aun con cambios políticos?
-Sí, creo que hay cosas que no tienen retorno. Los cambios políticos no necesariamente tienen que ver con cambios de decisión cultural. Creo que la cultura con la que nosotros nos encontramos en la Provincia, ya no va a volver aunque haya cambio de signo político.
-¿Ha sufrido alguna intimidación?
-Las públicas, alguna declaración de algún juez o algún afiche. Nunca he sufrido amenazas. Me vinculo a nivel institucional con todos los espacios políticos y no he tenido problemas, más allá de chicanas políticas.
-Pese a que usted pertenece a un espacio político...
-(Interrumpe) No, nunca pertenecí a ningún espacio político.
-Pero fue parte del gobierno provincial.
-Pero no pertenecí al espacio político. Estuve afiliado, a los 23 años, al Movimiento de Integración y Desarrollo; pero después, nunca tuve participación en ningún espacio político, ni militancia. Y cuando la Gobernadora me convocó, jamás me preguntó si tenía interés de estar dentro del espacio. Era un trabajo técnico-político. Yo no participé nunca en el espacio.
-¿Está bien que el cargo de Procurador sea vitalicio?
-No. Creo que el Procurador tiene que ser un cargo que tenga la misma duración del mandato del poder político, con la posibilidad de renovar sin necesidad de ir a la validación por el órgano legislativo (Senado) y con una convalidación del nuevo Ejecutivo.
-¿Pero eso no choca, precisamente, con la independencia del cargo?
-No. El nuevo signo político, lo que tiene que necesitar es un Procurador que coincida institucionalmente con él, no que coincida políticamente. Si no tengo coincidencia institucional...
-¿Da un paso al costado?
-Sí. Un paso hacia delante, sería.
-¿Eso le pasó a Vidal con la anterior Procuradora, María del Carmen Falbo?
-Yo creo que sí. Yo era Secretario Legal y Técnico y me consultó. No estuve en las reuniones que ella tuvo (con Falbo), pero creo que, claramente, se lo planteó así. No había coincidencias de orden institucional. Era inconsistente, ni mejor ni peor.
-¿Qué le falta a la Justicia para acelerar el proceso? Porque sigue siendo una queja de la sociedad.
-Falta, y lo tengo clarísimo. Hay un tema cultural donde el tiempo, en los procesos, no pasa a ser una cuestión que agobie. Segundo: hay un defecto individual, que también pasa en las causas penales, que es que los operadores suelen utilizar el tiempo en beneficio de su parte. Y lo tercero, que es tal vez el tema central, es que no ha habido en términos generales una adecuada formación de gestión de la causa por parte de los operadores. Hay un problema cultural de utilización del tiempo en be-neficio propio o de la parte, y hay un problema de gestión. Para mí, el gran problema del Poder Judicial, y en el que estamos trabajando mucho, es de gestión.
-Pero no es sólo una problemática de la Procuración.
-No, de todo el Poder Judicial. Creo que nosotros estamos muy bien. (Arturo) Frondizi, con el que yo trabajé, tenía una frase que a mí se me ha instalado: “Cuando todas son prioridades, no hay ninguna prioridad”.
-¿Hay alguna reforma judicial en carpeta?
-Hemos trabajado con la Suprema Corte, y lo hemos conversado en alguna reunión institucional con el Poder Ejecutivo, de empezar a revisar la posible ley de Autarquía Judicial, que eso es muy importante.
-¿Por qué no se da?
-Es muy complejo.
-¿Operativa o políticamente?
-Una decisión política sería una gran cosa.
-¿Cree que Vidal tiene la decisión política de avanzar con la autarquía?
-Creo que sí.
-¿Sería toda una estructura nueva?
-Exactamente. No es fácil y hay que ser muy cuidadosos, porque podemos ir al abismo. Pero tengo claro que uno de los objetivos institucionales en materia de Poder Judicial es la autarquía.
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