El diálogo entre el gobierno de María Eugenia Vidal y los sindicatos docentes entró en una etapa de espera, luego del fracaso de la primera reunión del año, en el que los gremios ratificaron su pedido de recomponer la pérdida salarial del año pasado antes de discutir nuevas propuestas.
Mientras tanto, por debajo algo se está moviendo, con reuniones que muestran disconformidad de sectores "combativos" y rebeldes de las representaciones, especialmente vinculadas a partidos y frentes de izquierda.
Así, casi un millar de delegados, junto a estudiantes y maestros, participaron del XI Congreso de Tribuna Docente, agrupación integrada por militantes del Partido Obrero.
La referencia no es menor, ya que estos sectores controlan algunas delegaciones de Suteba con gran representatividad, como La Matanza (Lista Marrón), Escobar, Tigre o Ensenada, además de otras como Marcos Paz, General Madariaga o la asociación ADEMyS de la Ciudad de Buenos Aires.
El cónclave decidió presionar a la conducción de Roberto Baradel para que active un plan de lucha, que incluya el no inicio de clases el próximo 6 de marzo, como marca el calendario escolar, y un paro de 72 horas los días 6,7 y 8 de ese mes, haciendo efectivo el paro internacional de mujeres. "En las próximas semanas estaremos impulsando convocatorias provinciales a plenarios de delegados con mandato para organizar a la docencia de todo el país y desafiar la política de contención de la burocracia sindical de CTERA que subordina los reclamos y necesidades de los/las trabajadoras/es de la educación al proceso electoral”, señaló la diputada nacional Romina del Plá, dirigente gremial docente del Conurbano.
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