Si bien aún no hay candidatos confirmados, más allá de las intenciones manifiestas de Mauricio Macri de competir por la reelección, las encuestas vaticinan un escenario electoral polarizado entre el actual presidente y la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner.
En la primera encuesta del año, Rouvier & Asociados reveló que ambos dirigentes tienen intenciones de voto similares, es decir, un empate técnico. “En un hipotético escenario de balotaje entre Cristina y Macri, muestra una marcada paridad y las proporciones están en un empate técnico”, señaló el consultor Ricardo Rouvier.
En este contexto, advirtió que “los que dicen que no votarían a ninguno, los indecisos suman más del 23%, lo que limita la formulación de cualquier probabilidad de resultado”.
“Cuando analizamos el perfil de aquellos que aún no definen su voto en este hipotético escenario de balotaje, observamos que cuatro de cada diez votaron a Cambiemos en el 2015, mientras casi tres de cada diez optó por Sergio Massa en aquella oportunidad”, añadió Rouvier.
Por ello, ya sea Cristina o Macri, deberán salir a la caza de los indecisos si desean torcer la paridad que hoy existe entre ellos. El presidente, tendrá un doble trabajo, porque requiere volver a encantar a aquel electorado que le dio su voto de confianza en 2015, pero que a partir de las políticas implementadas en los últimos años decidió quitarle su apoyo.
Frente a este escenario, el desafío de la senadora nacional es aún mayor, puesto que el votante de Cambiemos difícil (si no imposible) migre para su espacio, siempre y cuando ella sea la candidata. Es sabido que el votante amarillo es, por sobre todo, anti-kirchnerista, pero no siempre anti-peronista.
Si la exjefa de Estado, entonces, decide bajarse de la contienda y en su lugar dar la bendición hacia otro u otra aspirante a la presidencia, permitiría que su caudal de votos se traslade y, además, sume a quienes en 2015 se inclinaron por el tigrense Sergio Massa.
Cuestión de imagen
Para Rouvier, Cristina expone una estabilidad general en su imagen, con leves variaciones mensuales. Durante enero, su calificación positiva sube al 42,1% y la negativa es de 56,9%. “La expresidenta y el actual mandatario, registran números similares, aunque CFK se encuentra algo mejor”, indicó el politólogo.
La imagen del Presidente Macri, en tanto, comienza el año con una leve recuperación que ya se evidenció a fin del 2018. La opinión positiva se ubica en 41,1% y la negativa es de 57,8%. “La evaluación de la gestión del Gobierno Nacional se mantiene por debajo de la calificación personal del Presidente”, concluyó. |