Es conocido el amor de Facundo Arana por los deportes en general. Por su parte, Javier Calamaro no tenía mayor experiencia que la de haberle cantado a las ballenas cuando se sumergió en el Océano Atlántico. Sin embargo, ambos emprendieron una expedición de la mano del proyecto Aconcagua Music con el que, según explicaron, el objetivo es “hacer un llamado de atención para tomar conciencia de la importancia de cuidar nuestro medio ambiente, bajo el lema Todos para arriba haciendo énfasis en la autosuperación”. Este proyecto consta de tres momentos: el primero constó de nueve meses de preparación física y mental para Javier que no tenía experiencia en este tipo de deportes; el segundo, tuvo lugar con el inicio de la expedición y la tercera sería el concierto en las alturas. Pero una tormenta los sorprendió en el camino y los mantuvo tres días varados. Si bien Calamaro aclaró que no podrán llegar a la cumbre del cerro. Igualmente, no deja de ser una experiencia inolvidable.
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