Desde las primeras semanas del año, una decena de intendentes del peronismo, con base en el interior bonaerense, levantaron la voz en rechazo a la ley de Responsabilidad Fiscal impulsada por el gobierno de María Eugenia Vidal. Así, lo que en su génesis fue como una gran catarsis del pejotismo, comenzó a tener impacto en la vida de un partido que apuesta a pelear por recuperar el sillón de Dardo Rocha. Con dicho panorama sumaron adeptos, potenciaron los encuentros y diagramaron una serie de proyectos de ley. Todo, siempre, con el repudio al Pacto Fiscal como base. En ese sentido, los alcaldes encontraron el respaldo -al menos en parte- del bloque de diputados de Unidad Ciudadana. Claro está, el sector que comanda Florencia Saintout se posiciona como opositor pleno: cualquier medida que marque el ajuste de Cambiemos o critique sus políticas, tendrá su aval. De esa manera se presentaron dos proyectos de ley. Uno, con una modificación de la masa coparticipable de A priori, todos los alcaldes ganarían, sin importar el color político. Algunos, más, y otros, menos; por eso la confianza del grupo. “Ya hablamos con algunos massistas y están de acuerdo; sabemos que los radicales también quieren cambiar la coparticipación. Nosotros ya hicimos todo, le tenemos que llevar la propuesta”, confió a Sin embargo, el principal escollo estaría puertas adentro, en los representantes legislativos. Es que no todo el bloque apoya ciegamente el proyecto. Algunos, como Mariano Pinedo, Walter Abarca y el Cámpora César Valicenti (cercano a Abarca últimamente) son los que se ponen al frente. No obstante, la rama de En definitiva, la línea K tiene en mente impulsar cambios en el Coeficiente Unico de Distribución (CUD). Ahí ingresa el conflicto con la “Copa”. En este contexto, los intendentes centran su fe en un punto clave: el proyecto de la coparticipación existe, la variable en el CUD ni siquiera está en un borrador. A su vez, como si fuera poco, no todos los bloques del peronismo están alineados, y todos tendrán reuniones para decidir la postura a tomar (ver detalles). Así, la suerte del cambio que quieren los intendentes peronistas está atada al debate puertas adentro. El otro proyecto del grupo tiene que ver con el problema que los unió a pesar de las diferencias: el Pacto Fiscal. El espacio sostiene que aceptan una ley de Responsabilidad, pero mutua y sin “atacar la autonomía municipal”. Claro, la letra chica de la ley vigente marca hasta cuántos empleados hay que tener, acorde a la población. “No conocen los problemas de los 135 distritos y con una planilla de Excel te quieren decir cuántos pueden trabajar”, braman. Parece díficil: la interna no se hizo esperar y torcer la mano de |