Se llevó a cabo ayer en algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y en algún que otro rincón del Conurbano, el segundo cacerolazo pidiendo, entre otras cosas, que los políticos se bajen los sueldos. En la mayoría de los casos, por no decir en todos, los caceroleros también pronunciaron insultos contra la administración nacional que lidera Alberto Fernández.
Por supuesto, tanto en las redes como desde los balcones, los militantes y seguidores kirchneristas-peronistas se hicieron escuchar, repeliendo los cánticos y los ruidos de las cacerolas. Memes, denuncias, insultos y chicanas en twitter y silbidos, puteadas de todo tipo y abucheos desde las alturas.
Por caso, durante la mañana de este miércoles, una de las principales tendencias en la red del pajarito es #caceroleatelachota, en referencia a uno de los tantos improperios de una joven que asomada al balcón, con toda la furia, les hizo saber a los protestantes que tenía un hijo nacido el 17 de octubre. "Barrio de garcas", soltó, a los saltos.
Y los comentarios, fueron tan contundentes como la exposición de Pauli Ibarra. "Desde Evita que una mujer no hacía tanto peronismo desde un balcón, ni la Jefa", publicó un tal Edgardo; mientras que Bolita Fernández, dirigiéndose a Pauli, dijo: "estoy en deuda eterna con vos, te quiero sin a haberte visto jamás, trato de hacer tendencia tu grito, que es el mío, y te sigo!".
Otro que salió fuerte contra el ruido a lata fue el periodista Jorge Rial, quien por la tarde cargó las tintas contra el ex Jefe de Gabinete Marcos Peña, a quien responsabilizó de ser el organizador de un cacerolazo que se está armando para el 5 de abril.
"Ustedes creían que @marquitospena y su gente estaban en cuarentena? No. Están agitando a la sociedad. Este es el instructivo que el ex funcionario le mando a sus seguidores a través de una agrupación. Primero el cacerolazo y miren lo que sigue. Hay gente peor que el #coronavirus", señaló el periodista, y adjuntó una captura del supuesto instructivo.
Con más cordura, puesto que se trata de un diputado porteño, Leandro Santoro afirmó que "no hay que hacer cacerolazos. De esta crisis sanitaria/económica y social salimos solo con UNIDAD NACIONAL. Hay que salir a cantar el himno y dejar atrás las divisiones. No estamos para pelearnos desde los balcones! Tomemos consciencia del quilombo en el que estamos todxs. Unidad", relató.
Y el periodista de C5N, Iván Schargrodsky, opinó que "estos cacerolazos para que los políticos se bajen los sueldos son una distorsión del éxito de la cuarentena. La gente no entiende que lo peor está por venir, asume que esta será la normalidad y volvió al nivel de superficialidad al que nos tiene acostumbrados".
Por su parte, el ex presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, quien ya hace un buen tiempo se muestra muy cercano al peronismo, no se anduvo con chiquitas para decir lo que piensa con respecto a las protestas balconeras de la Ciudad. "Son miserables y tiene operadores políticos para provocar estos estupidos cacerolazos", explicó el ruralista en declaraciones radiales.
También le cayeron con todo al economista Miguel Boggiano, uno de los primeros caceroleros, del día 1. "¿Que Alberto se baje el sueldo? Mmmm... Primero quiero que Paolo Roca done el 10% de lo q ganó en el último año y Boggiano done el 10% d todo lo q curra con la bicicleta financiera. Ah, y que se deje de poner cara de humilde ciudadano que vive del sudor de su frente!!!", tuiteó Fabián.
En tanto, el abogado de Cristina Fernánez, Gregorio Dalbón, aludiendo a Macri, dijo: "si para su referente el Populismo es peor que el Corona virus, que podemos esperar de su jefe de gabinete @marquitospena más que una caceroleada de trolls perdedores", y añadió que "lo que me apena es la falta de solidaridad en un momento que no es de @alferdez sino que es de todos y todas".
Así las cosas, más allá de las repercusiones, lo cierto es que ayer martes por la noche, y tal vez hoy nuevamente, al igual que el lunes, se volvieron a oír protestas y cacerolazos en algunos barrios porteños, cordobeses y en ciertos puntos del Conurbano. Son decenas de ciudadanos, principalmente seguidores del macrismo, que le exigen a la clase política que reduzca sus salarios, luego que el presidente Alberto Fernández le advirtiera a los grandes empresarios que ahora les tocaba ganar menos.
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