Jair Bolsonaro tildó al Covid-19 de "gripecita" y criticó las restricciones impuestas

A contramano del discurso de los expertos y de las autoridades sanitarias de Brasil, en un nuevo pronunciamiento que fue transmitido por radio y televisión, el presidente brasileño Jair Bolsonaro le restó importancia a la pandemia del COVID-19 (coronavirus), a la tildó de "gripecita". Además, cuestionó duramente las restricciones impuestas en algunos estados y se refirió a un supuesto clima de histeria instalado en el país, por el que culpó a los medios de comunicación.
 

- Daqui a pouco, às 20h30 horas, entrarei em rede nacional de rádio e televisão.

- Vamos manter a calma, seguir as recomendações do Ministério da Saúde e zelar pelos mais vulneráveis.

- A saúde em 1o lugar, mas também a manutenção do emprego e condição de vida após a epidemia. pic.twitter.com/mgNoW9Ajg0

— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) March 24, 2020

El primer mandatario reivindicó el hecho de que desde el comienzo de la pandemia su gobierno trabajó por contener la histeria y el pánico en el país: "La mayoría de los medios de comunicación hicieron lo contrario: difundieron una situación de pavor, aprovechando los números de Italia". "Fue el escenario perfecto potenciado por los medios para que la histeria se difundiera en todo el país", sentenció.

Además, afirmó que "nuestras vidas tienen que continuar": "Debemos mantener los empleos" y "el sustento de los hogares debe ser sostenido. Debemos volver a la normalidad", añadió, además de que volvió a comparar la pandemia causada por el COVID-19 con una "gripecita" o "resfriadito".

Y apuntó contra los gobernadores que adoptaron medidas de cuarentena ponen en riesgo la economía con una política de "tierra arrasada": "El virus ha llegado, nos enfrentamos y pasará pronto. Nuestras vidas deben continuar. Se deben mantener los empleos. Se debe preservar el sustento de las familias. Debemos volver a la normalidad. Algunas autoridades estatales y municipales deben abandonar la prohibición del transporte, el cierre de tiendas y el confinamiento masivo".

Por otra parte, cuestionó la política de cerrar las escuelas: "Lo que está sucediendo en el mundo ha demostrado que el grupo de riesgo es el de las personas mayores de 60 años, ¿por qué cerrar las escuelas?".

Y concluyó afirmando que "son raros los casos fatales de personas sanas menores de 40 años" y alegó que "el 90% de nosotros no tendremos ninguna manifestación si se contamina. Debemos estar extremadamente preocupados por no transmitir el virus a otros, especialmente a nuestros queridos padres y abuelos, respetando las pautas del Ministerio de Salud".

Esto no cayó nada bien en el país, donde las cacerolas se hicieron sentir fuerte en diversas ciudades tales como Brasilia, Río de Janeiro, Porto Alegre, Recife, Belo Horizonte, Salvador de Bahía y San Pablo, según informaron los medios locales.

Hasta ayer, en Brasil sumaban 2201 los casos de infectados, 46 muertos y 2 recuperados, según cifras difundidas diariamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En tanto, el país se encuentra en el puesto 16 de países con mayor cantidad de infectados, y es el primero en América Latina.