Uno de los actores de la política bonaerense que levantaron el perfil de manera exponencial en los últimos dos años es un hombre de estirpe política y tradición familiar en lo más íntimo del peronismo. Nieto de Antonio Cafiero, exgobernador y referente histórico del Partido Justicialista, Santiago mantuvo siempre un bajo perfil.
Desde muy joven estuvo vinculado a la política, y hasta en cargos públicos, pero fuera del radar nacional. Todo eso cambiaría a comienzos del 2018, cuando empezó la gesta de la tan mentada unidad peronista, donde Alberto Fernández lo ubicó en el lugar de armador. Luego, la historia conocida: el otrora jefe de Gabinete de Néstor Kirchner llegó a la Presidencia de la Nación y lo nombró en ese cargo.
Santiago (40) es uno de los jóvenes dirigentes que encabezan un recambio generacional en la política nacional. Su llegada a las marquesinas del mundillo político se produjo tras un encuentro con el actual Presidente, en el marco de la campaña de Florencio Randazzo en 2017. A partir de allí crearon un fuerte lazo, que los une hasta hoy. Tras la derrota electoral en las legislativas, Cafiero fue uno de los que alzaron la voz para tender un puente hacia Cristina Fernández de Kirchner, aun cuando muchos lo miraban de costado. Meses más tarde, la exjefa de Estado sería quien tomara la iniciativa, que luego sería el puntapié para la unidad peronista que encabezaron Alberto y Santiago, a través del Grupo Callao.
Antes de ser la mano derecha del Presidente, el nieto de don Antonio se formó como politólogo en la Universidad de Buenos Aires y cursó una maestría en Políticas Públicas en la Universidad Torcuato Di Tella. Trabajó en un estudio jurídico y en un banco, pero en 2007 dio el salto y consiguió su primer cargo político, como asesor del plan nacional de producción que delineaba el Ministerio de Economía. Luego, cuando Daniel Scioli llegó a la gobernación de la Provincia, lo acompañó, entre otros puestos, como director de Industria, viceministro de Desarrollo Social y subsecretario de Modernización.
Hincha de River y goleador en el fútbol amateur
Como hincha del Millonario vivió momentos felices y dolorosos. Estuvo en la cancha aquel fatídico día del descenso, fue a los partidos de la B Nacional y se bancó el diluvio el día en que, por Copa Libertadores, derrotaron 3 a 0 a Tigres. Desde su entorno aseguran que cada partido lo vive siempre en la tribuna, como un hincha más, nada de palcos.
Pero no solo le gusta ver el fútbol, su pasión va más allá: desde hace 20 años integra un equipo de fútbol amateur, llamado Utopía FC, en el que viste la casaca número 10. Es un equipo de fútbol que se formó entre los primos Cafiero y sus respectivos amigos, allá por el año 2000, cuando todavía no habían proliferado los torneos amateurs de fútbol. Desde sus inicios y hasta la actualidad, además de Santiago, pasaron por el equipo Marcos, Francisco, Mariano y Rafael, sus primos.
Utopía participó en distintos torneos, inicialmente en la UBA y luego en varios de zona norte. En la actualidad disputan uno de Nordelta, para mayores de 35. La leyenda cuenta que el amor por el fútbol comenzó en la casa de su abuelo Antonio, quien había armado una canchita en el patio para que jugaran sus nietos. La había bautizado “Bombonera Monumental”, para evitar herir susceptibilidades.
Su rol como jefe de Gabinete: rutina y hechos destacados
Según fuentes cercanas a Cafiero, desde que asumió el rol de jefe de Gabinete de la presidencia de la Nación, Santiago realiza el mismo ritual cada día. Llega a las 8 de la mañana, se sienta en su despacho, lee la recaudación y los diferentes índices económicos. Toma mate solo y come fruta, mientras define agenda con su secretaria, Marta, y coordina el gabinete económico con los diferentes funcionarios que intervienen en la materia. El primer diálogo teléfonico del día es con el Presidente, con quien habla y visita su despacho durante toda la jornada. Además, es el último en irse de la Rosada.
En cuanto a la ambientación de su espacio de trabajo, la famosa foto de Antonio con Perón en Puerta de Hierro sobresale en la habitación, como en cada uno de los despachos que ocupó. También una de Evita.
Respecto de su labor recibió a todos los gobernadores del país junto con el ministro del Interior, Wado de Pedro. Además acompañó al Gobernador, Axel Kicillof, en el marco de la presentación del plan “Arriba Pymes”, como un gesto de apoyo al mandatario en medio de la renegociación de la deuda provincial.
Una vida de militancia que no se agota en la política
Si bien comenzó de muy joven su incursión en la política partidaria, los primeros pasos de Santiago Cafiero en la militancia llegaron de la mano de la acción social, a través de participación en La Cava, una villa de San Isidro, allá por los tempranos noventa. Ahí conoció y trabajó codo a codo con Jorge García Cuerva, un cura villero que el año pasado fue designado obispo de la diócesis de Río Gallegos.
Tiempo después, motivado por su labor allí, creó una unidad básica y un merendero con otros jóvenes. Su compromiso con los curas villeros es tal que decidió pasar la última Navidad en la iglesia de San Cayetano, junto a 600 personas, entre ellas, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien desestimó la habitual cena navideña en la quinta de Olivos para sumarse a la iniciativa.
En más de una oportunidad, Santiago ha visitado los distintos comedores de la Provincia, e incluso ha cocinado en varios de ellos. Su espíritu militante lo ha llevado a tomar parte activa en momentos claves: cuando fue la inundación de La Plata integró el Comité de Emergencia por la provincia de Buenos Aires, y durante los 15 días que se llevaron adelante diferentes acciones de asistencia social viajó con los micros y camiones que trasladaban mercadería y ayudó a bajarlas en los distintos centros.
En tiempos del macrismo, Cafiero intentó hacer su aporte a la batalla cultural y, con un grupo de amigos, fundó en San Isidro la editorial Punto de Encuentro, en la que imprimió la colección Cabecita Negra de los textos de Juan Domingo Perón. Hasta llegó a cumplir uno de sus anhelos de toda la vida: abrir una librería en el centro de su ciudad natal, enfocada en el pensamiento nacional y latinoamericano. Desde su génesis se planteaba como un espacio para poder repensar al peronismo, también, en épocas de vacas flacas. Pero la cerró años después, un poco por la crisis y otro tanto porque se metió de lleno en la campaña presidencial de Alberto Fernández y, antes, en liderar el Grupo Callao, con el objetivo de sellar la unidad del peronismo.
Sus amores: Josefina y los hijos
Santiago Cafiero conoció a su compañera de vida, Josefina Chávez, hace casi dos décadas: llevan 18 años en pareja, los cuales se dividen en 4 de novios y 14 de casados, por civil. No pasaron por la iglesia, aunque él tiene ganas de realizar el ritual. Ella tiene sus dudas, pero le insistió el año pasado para ir caminando a Luján. Fruto de la vida compartida tienen tres hijos, que estudian en un colegio privado: Santino, de 13 años; Facundo, de 10, y Alfonso, de 6. Quien pasa la mayor parte del tiempo en la semana con ellos es Josefina, ya que Santiago trabaja en Casa Rosada de 8 a 21. Por este motivo, los fines de semana están reservados para el disfrute en familia. Esto también es una enseñanza del abuelo Antonio, para quien eran sagrados los domingos, cuando esperaba a todos sus hijos y nietos para el almuerzo. |
