Al lado de Kicillof, Cristina Kirchner presentó su libro en Mar del Plata en un acto multitudinario

En un acto en el Hotel Provincial, Cristina Kirchner presentó su libro “Sinceramente” y analizó la coyuntura política en la previa de las próximas elecciones primarias del 11 de agosto.

En el encuentro estuvieron la precandidata a intendente por el Frente de Todos, Fernanda Raverta, el candidato a gobernador, Axel Kicillof, además del bloque de concejales de Unidad Ciudadana, representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y diversos dirigentes.

En relación a la candidata a intendente, Cristina aseguró: “Fernanda tiene sensibilidad. Además de capacidad, tiene eso. Y los problemas de Argentina requieren esas dos cosas. Fernanda es una apuesta fuerte acá en Mar del Plata. Es necesario que todos tengamos el esfuerzo y responsabilidad de organizarnos para que esto cambie. Esto no cambia si no nos organizamos, si no nos unimos. Hay que poner el esfuerzo de todos y todas.




Por su parte, también le hizo un guiño al ex ministro de Economía Axel Kicillof: “La provincia de Buenos Aires es un país dentro del país. Representa un tercio del PBI; el 39% de la población vive aquí; el 31% del trabajo registrado está aquí. Tenemos la necesidad de tener dirigentes de qué se trata el problema de los argentinos. Sería estupendo que la provincia pudiera tener un gobernador que sepa qué pasa con la economía”.

Continuando con la disputa por la Provincia, la ex presidenta criticó los dichos de Vidal en una entrevista, en relación a la desocupación. En aquella ocasión, la gobernadora lo atribuyó al aumento de la población.  “Con el coacheo vos podes ganar una elección, pero el problema viene después, cuando tenés que gobernar. Ahí no hay coacheo que valga. Me sorprendió la respuesta de Vidal sobre la desocupación en la provincia. Que la gobernadora diga que el aumento del desempleo es por el aumento de la desocupación… La tesis sería: nació más gente, va a haber más desocupación. Un disparate total”.

Luego, Cristina lanzó críticas, sin nombrarlo, a Mauricio Macri y sus cuatro años de gestión. Al respecto, puntualizó que nunca pensó que “iban a hacer lo que hicieron”. Y agregó: “Hicieron todo lo contrario de lo que dijeron en campaña. Dijeron que ningún trabajador iba a pagar el impuesto a las ganancias y hoy en día lo pagan el doble de personas. Yo estaba segura de que iban a poder hacer muchas más cosas, con un país desendeudado, desocupación a la baja y todos los medios de comunicación en su favor. Dejamos un país donde la obligación de pagar en dólares equivalía al 13% del PBI. Ahora, solo con el FMI, al que no le debíamos nada, debemos 57 mil millones de dólares. Sumando a los tenedores de bonos, llegamos a los 160mil millones de dólares de deuda”.

Y sentenció: “Entraron más dólares al país en estos casi cuatro años que durante el plan Marshall. ¿Dónde están los 160 mil millones de dólares? Hay gente en la calle, más desocupación. Yo creía que el capítulo del fondo como prestador de la Argentina se había cerrado en 2005, con Néstor”.

Hoy un pequeño productor cobra en pesos, pero todos los insumos son en dólares.Antes había una clase media que podía ahorrar en dólares. Ahora la gente no llega a fin de mes.

En esta misma línea, la senadora nacional ponderó los doce años de gobierno kirchnerista. “En mi último discurso, el 9 de diciembre de 2015, sentí que había cumplido con Néstor. “Después de 12 años y medio de gestión, podíamos verles las caras a las madres, a los trabajadores y decirles que nunca los habíamos traicionado. En un país de tantas frustraciones, desde las ilusiones de la democracia incipiente, pasando por la Revolución Productiva, el salariazo y la Alianza, yo sentí que habíamos cumplido, más allá de que nos faltaban cosas”.
 





Sobre el cierre, Cristina hizo un llamado a la unidad en las cercanías de la contienda electoral. “No tenemos que cansarnos de hablar, de explicar y de persuadir. De eso se trata la política también. Si pensara que no lo podemos revertir a esto, me quedaría en mi casa y no estaría hablando con ustedes. Tengo muchas esperanzas de que esto sea un punto de inflexión”, analizó.

Y concluyó: “Uno siente la inmensa responsabilidad de lo que puede pasarle a la sociedad. Hay una responsabilidad de quien se postula. Un dirigente no es alguien que se sienta en una banca. Un dirigente es alguien que tiene la capacidad de ver lo que vendrá. Y en esa anticipación, armar una estrategia para poder superarlo y sortearlo. Yo hablé de un frente el 16 de abril de 2016. Ahí planteé que no se pregunte cómo votó a la gente, sino cómo vivía antes y cómo vive ahora. Y si se quería vivir mejor. Si se quería volver a tener las mismas cosas que se tenían antes: trabajo, comida, techo y salud. Que si querían tener eso, tenían un lugar en el Frente de Todos”.