El sábado 20 de julio, varios funcionarios del Gobierno estarán pendientes de la tecnología. Ese es el día asignado para la realización de un simulacro nacional que pondrá a prueba el sistema computarizado para el escrutinio provisorio de las elecciones, que incluye envío de telegramas desde las mismas escuelas donde se vota.
La exhibición será abierta a los partidos políticos y a la prensa. El Gobierno buscará enmendar los “errores técnicos” que se registraron en la prueba que se realizó el sábado 29 de junio y que generó una fuerte polémica en la opinión pública -en especial, a través de redes sociales-, que buscó desactivar sin éxito.
La polémica derivó en que los apode-rados del Partido Justicialista y de la alianza Frente de Todos, Jorge Landau y Patricia Alejandra García Blanco, presentaran, el viernes 5 de julio, un escrito en la Cámara Nacional Electoral para expresar su preocupación por las fallas. A eso se suman las críticas de organizaciones dedicadas al seguimiento electoral.
A partir de sugerencias de la mencionada cámara, el Gobierno impulsó un sistema para que los telegramas sean enviados desde los mismos colegios
hasta el centro de cómputos, para ganar rapidez. Hasta la última elección, una vez retirados de los lugares de votación, se mandaban desde sedes del Correo Argentino.
Según trascendió, solo se llegaron a enviar unos 3.300 telegramas, un 33%
de la totalidad que pensaban despachar, que ascendía a 10.000. Sin embargo, especialistas que se dedican a realizar un seguimiento del proceso electoral sostienen que los que se llegaron a enviar no superaron el 20%.
Beatriz Busaniche, presidenta de la fundación Vía Libre, explicó que la prueba comenzó a las 8 horas y finalizó a las 14. “Alrededor de las 13, solo se habían podido enviar entre el 15 y el 20% de los telegramas”, afirmó a este medio. Pero el Gobierno sostiene que se encontró con fallas esperables.
¿Qué ocurrió el sábado 29 de junio? “Falló totalmente el sistema desarrollado por Smarmatic. Según surge desde las personas que participaron, el sistema no funcionó de manera apropiada. Al parecer hubo un problema con el servidor central, a partir del cual deberían enviarse los escaneos de los telegramas”, explicó Busaniche a La Tecla.
Desde la Secretaría de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior de la Nación señalaron a este medio que surgieron problemas esperables debido a la conexión.
“Estamos haciendo pruebas. Hubo problemas de conectividad para la transmisión de datos. No fue un problema del sistema, sino de la banda ancha, que se va a corregir. Vamos a hacer los reajustes necesarios”, afirmó la fuente oficial.
Con todo, a las escuelas llegará un personal del Correo Argentino junto con un una notebook y un escáner, para poder operar el software necesario para digitalizar los documentos y que el proceso se pueda llevar adelante. El Gobierno prevé implementar el sistema en alrededor de 12.000 establecimientos, de los 15.000 que están habilitados para votar. En los restantes 3.000, que, según se dijo, tienen problemas de conectividad, se seguirá utilizando el viejo sistema de telegramas físicos.
Sin embargo, los cuestionamientos alcanzan a Smartmatic, la firma de origen venezolano que quedó a cargo del proceso por 17 millones de dólares.
La empresa superó las evaluaciones técnicas, aunque desde organizaciones especiales in-dican que fue la peor evaluada técnicamente. El Gobierno lo re-lativiza y asegura que pocas firmas en el mundo puedan llevar adelante un proceso electoral.
"Me parece todo sumamente irregular y no transparente"
Jorge Landau, histórico apoderado del Partido Justicialista, realizó una presentación en mayo en la Cámara Nacional Electoral para advertir de riesgos en la implementación del sistema, y volvió a manifestar su preocupación el último viernes, con un nuevo escrito.
En ese texto se solicita que se informe a los partidos políticos el objetivo y el plan de trabajo de las pruebas que tuvieron lugar el 29 de junio pasado y cuál fue el resultado final de la jornada, además de requerir un plan de contingencia para el día de la elección.
“Pedimos que no se desactive el sistema tradicional de telegramas. No es la panacea universal, pero prefiero ese sistema antes de esto, que no sabemos qué es”, señaló a La Tecla.
En ese sentido, el exdiputado disparó acerca de la falta de información del Gobierno con relación al sistema, así como contra Smartmatic y el operativo que desplegará ese día el Correo Argentino.
“Son 12.000 personas que no sabemos qué rol van a tener, no sabemos los nombres, cómo se van a identificar. Pero sí sabemos que van a estar dentro de las escuelas asistiendo para la información. Me parece todo sumamente irregular y atentatorio contra la transparencia que debe tener el proceso electoral”, afirmó.
"La idea no es mala pero debe hacer bien y con apertura"
Beatriz Busaniche, presidenta de la fundación Vía Libre, remarcó que transmitir los telegramas desde las escuelas no es una mala idea, y destacó la experiencia de Santa Fe, donde el área electoral de la provincia, junto a la Universidad de Rosario y a la Universidad del Litoral, desarrolló un sistema propio exitoso.
“Tiene algún sentido si se va a hacer bien, con transparencia y si se van a evitar las suspicacias. El objetivo es acelerar la información del escrutinio provisorio. La forma en la que se está haciendo es mala. Se contrató una empresa que
fue la peor evaluada técnicamente en la licitación”, afirmó a La Tecla.
Busaniche reclamó por más transparencia. “En el simulacro no participaron los partidos políticos ni las ong que se dedican al seguimiento de procesos electorales”, consignó.
Una empresa con otras polémicas
Smartmatic tuvo experiencias en distintos países que dejaron varias sospechas sobre su tarea. En Filipinas, por caso, fueron acusados judicialmente miembros de la compañía y del comité electoral por interferencia en los datos y en los sistemas. A su vez, la firma se retiró de Venezuela luego de la polémica Asamblea Constituyente promovida por Nicolás Maduro. Se expuso una diferencia entre la participación y los votos oficiales de cerca de un millón.
De origen venezolano, la firma es controlada por un accionista británico, aunque forma parte de una maraña de sociedades off shore, según expuso el especialista informático Javier Smaldone.
El antecedente que el Gobierno quiere evitar
La gran apuesta de la gestión macrista es que se tengan los resultados mu-cho más temprano y evitar que la carga de los datos refleje alteraciones en el porcentaje de votos que obtuvo cada candidato en las primeras horas. En rigor, el Gobierno quiere evitar lo que ocurrió en las PASO de 2017 en la provincia de Buenos Aires, cuando el escrutinio provisorio colocó a Esteban Bullrich como el candidato más votado, mientras que el conteo oficial determinó que lo fue CFK. |
