En los últimos días, el prime time de la televisión abierta desnudó una realidad denunciada por sectores de la oposición y, sobre todo, por investigadores del país. Una científica del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) sentada en el estrado del programa “¿Quién quiere ser millonario?”, con el objetivo de ganar recursos que garanticen la posibilidad de avanzar en su investigación de una cura para el cáncer. Se trató de Marina Simian, quien se sentó frente al conductor Santiago del Moro para dar a conocer su historia y, de esa manera, instalar una problemática conocida por pocos en millones de hogares del país que consumen el horario central de “TELEFE”. El resultado fue instantáneo, miles de mensajes en las redes sociales (Twitter y Facebook principalmente) con la historia de la mujer que debía apostar a una competencia mediática ante la falta de inversión en la materia de parte del gobierno nacional. Incluso, 72 horas después de las repercusiones y el revuelo generado, el presidente Mauricio Macri debió convocarla a una cita en En definitiva, el caso de la especialista surgida desde una de las universidades del Conurbano, Universidad Nacional de San Martín, sacó a la luz la crisis y el vaciamiento en la ciencia en la era Cambiemos. Cabe recordar que, desde la oposición kirchnerista, el diputado nacional Roberto Salvarezza, denunció en varias oportunidades dicha situación. El legislador oriundo de Con dicho panorama, la provincia de Buenos Aires no escapa a la realidad que viven los investigadores a nivel nacional. La proyección de las aristas dedicadas a la búsqueda de soluciones a través de la ciencia cuenta con un importante retroceso y en las variaciones presupuestarias en los últimos tres años han sido escasos los puntos de incremento. Siempre por debajo de la inflación. Así, conforme a lo recolectado por LaTecla.info, entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación que conduce Jorge Elustondo, más Por caso, la cartera que conduce el único dirigente de De esa manera, los poco más de 120 millones de pesos anuales del ministerio que se desprendió de Producción a mediados de 2016 se destinan a salarios. Por caso, según la declaración jurada pública del dirigente boina blanca, el salario anual representa $1.688.150. Mientras que las segundas líneas del área llegan a $722.400. Cerca de unos cinco millones de pesos anuales para los principales cargos políticos, sin contar asesores y trabajadores de la cartera. Por su parte, el área específica del gobierno bonaerense destinado a la elaboración de trabajos examinadores, Así, la investigación en la órbita bonaerense sigue los pasos de la política impulsada desde la gestión del presidente Mauricio Macri y la falta de inversión es moneda corriente. Por caso, en una sola noche de competencia mediática, la investigadora del CONICET que sacó a la luz la crisis de la ciencia, cosechó $500.000, un poco menos que el salario anual de los funcionarios del área. Presupuesto 2019 Presupuesto 2018 Presupuesto 2017 Autoridades CIC |