29 de diciembre de 2025
ERA MILEI
La crisis en la industria del calzado se cobró una nueva víctima: cierre y despidos en la Cuarta
La firma Arluchi S.A., clave en la cadena productiva del calzado, redujo su planta en Chivilcoy y desató un conflicto con UTICRA, que denuncia incumplimiento patronal en un sector golpeado por importaciones y caída del consumo.

La decisión de Arluchi S.A., empresa que opera bajo la marca IDS Suelas, sacudió de lleno a la industria del calzado. Especializada en la fabricación de componentes de caucho y EVA, la firma anunció el despido de diez trabajadores en el marco de un proceso de reducción de su producción y de su estructura operativa en la localidad bonaerense de Chivilcoy.
La compañía funciona desde 2011 en el Parque Industrial de la ciudad y supo consolidarse como un proveedor estratégico del sector. Con las cesantías recientes, la dotación quedó reducida a apenas 25 operarios, un número que grafica el deterioro de una planta que fue emblema productivo regional y hoy enfrenta un escenario crítico.
La medida generó un fuerte rechazo de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA). Desde el gremio denunciaron que la empresa incumplió un acuerdo firmado a fines de noviembre, mediante el cual se había comprometido a no realizar despidos al menos hasta marzo. Según relataron fuentes sindicales, la comunicación fue abrupta: “Nos avisaron por teléfono mientras viajábamos a Buenos Aires para participar de la marcha federal contra la reforma laboral”.
El caso de IDS Suelas no aparece como un hecho aislado. Por el contrario, se inscribe en una crisis profunda que atraviesa a la industria del calzado y al entramado textil durante el período 2024-2025. Dirigentes gremiales de Chivilcoy apuntan de manera directa a las políticas de comercio exterior: “El mercado está inundado de productos importados y las ventas no aparecen”, sintetizaron.
Desde la empresa justificaron los despidos en un contexto adverso marcado por la apertura de importaciones, la reducción de aranceles y la flexibilización de controles desde julio de 2024, el desplome del consumo interno y la pérdida de clientes estratégicos. Entre ellos, la marca Puma, que representaba un volumen relevante de producción y cuya salida dejó a la planta con altos niveles de capacidad ociosa. Según datos de la Cámara del Calzado, la actividad sectorial acumula una caída interanual de entre el 30% y el 40%.
IDS Suelas nació como una inversión de capitales brasileños encabezada por el empresario Andrei Lagranha, con el objetivo de convertirse en proveedor satélite del grupo Paquetá. En sus inicios operó a través de dos unidades —Rubber Soul y Arluchi— que lograron atravesar la crisis de 2018 y que, en 2019, se integraron bajo el paraguas del Grupo IDS. Hoy, ese proyecto industrial atraviesa su momento más delicado.
El conflicto en Chivilcoy se suma a un panorama de alarma extendido en todo el país. UTICRA, conducida por Agustín Amicone, viene denunciando situaciones de “extrema gravedad”, como los 150 despidos en la planta de Dass en Eldorado (Misiones), que el sindicato atribuye al plan económico del presidente Javier Milei.
La crisis también golpea al sector textil: Textilana S.A. desvinculó a 150 trabajadores en Mar del Plata; la histórica Hazan Silvia cerró en Lanús y dejó a 50 operarios sin empleo; y Coteminas Argentina S.A. anunció 56 despidos y una suspensión de actividades por 45 días en Chaco. En ese marco, se estima que el 70% de la indumentaria que hoy se consume en el país es importada.
Frente a este escenario, UTICRA presentó una denuncia formal ante el Ministerio de Trabajo bonaerense y exigió una audiencia urgente. El gremio busca garantizar el pago íntegro de las indemnizaciones y anticipó que continuará con acciones políticas y judiciales para frenar lo que considera un modelo económico que pone en jaque a la industria nacional y al empleo.