17 de diciembre de 2025
INDUSTRIA BONAERENSE
La capacidad instalada sigue en caída y enciende las alarmas en el sistema productivo
La industria opera con niveles de uso de sus plantas que vuelven a quedar por debajo de los promedios históricos y muestran señales claras de estancamiento, en un contexto marcado por la caída del consumo, la presión importadora y la falta de recomposición de los ingresos.

Entre enero y octubre de 2025, la utilización de la capacidad instalada industrial promedió el 58%, de acuerdo a datos del INDEC. El número resulta apenas cuatro puntos porcentuales superior al registrado durante la pandemia, pero casi seis puntos por debajo del promedio de la última década, lo que grafica la magnitud del freno productivo que atraviesa el sector manufacturero bonaerense.
La serie histórica refuerza el diagnóstico. Tras el derrumbe de 2020, cuando el uso de la capacidad cayó al 54,7%, la industria había logrado una recuperación parcial en 2021 y alcanzó picos del 66,6% en 2022 y 2023. Sin embargo, el impulso se agotó: en 2024 el indicador descendió al 57,8% y en 2025 apenas repuntó a 58,3%, muy lejos de un escenario de expansión sostenida.
Si el foco se pone exclusivamente en octubre, el panorama resulta todavía más preocupante. En la comparación interanual, la utilización de la capacidad instalada se contrajo dos puntos porcentuales frente a 2024, confirmando que la actividad industrial sigue perdiendo dinamismo mes a mes y sin señales claras de reversión en el corto plazo.
El desglose por sectores deja en evidencia un deterioro generalizado. De los doce bloques industriales relevados, nueve registraron caídas. El golpe más fuerte se lo llevó el rubro de productos textiles, con un desplome de 15,3 puntos porcentuales, seguido por papel y cartón (-10,6) y productos de caucho y plástico (-6,3). También retrocedieron la industria automotriz, la edición e impresión y los productos minerales no metálicos, entre otros.
En contrapartida, sólo tres actividades mostraron leves mejoras, encabezadas por la refinación de petróleo y las industrias metálicas básicas. No obstante, estos avances puntuales no alcanzan para compensar el retroceso del conjunto ni para modificar una tendencia que se consolida a la baja.
Desde el sector advierten que la combinación de una lluvia de importaciones con un ancla salarial que erosiona el poder de compra del mercado interno está generando un escenario crítico. Sin demanda y sin ingresos que se recuperen, la industria continúa operando a baja capacidad, con el consiguiente impacto sobre la continuidad de empresas y la preservación de los puestos de trabajo.
El diagnóstico es claro y la advertencia también. Si no se modifica el rumbo de la política económica y no se apuntala al mercado interno, el daño puede volverse estructural, comprometiendo el entramado productivo bonaerense y las posibilidades de una recuperación sostenida en los próximos años.
"La lluvia de importaciones y el ancla salarial están resultando en una combinación perfecta para la destrucción de empresas y puestos de trabajo en muchos sectores locales, sobre todo en los industriales. Debemos cambiar el rumbo antes de que el daño sea estructural", sentenció el ministro de Economía Pablo López.