12 de diciembre de 2025
PRESENTE INCIERTO
El costo político de un aliado incómodo: el avance judicial sobre Tapia y la mochila para Kicillof
El gobernador Axel Kicillof profundiza su sociedad política con Claudio “Chiqui” Tapia en el momento más crítico del dirigente, manteniéndolo al frente del CEAMSE y entregándole el control total del Estadio Único, pese al avance de una causa por lavado que ya generó más de 35 allanamientos

El gobernador Axel Kicillof atraviesa uno de los episodios político-institucionales más sensibles de su gestión a partir del avance judicial contra Claudio “Chiqui” Tapia. Mientras la Justicia investiga al presidente de la AFA por presunto lavado de dinero, el mandatario bonaerense no sólo mantiene su respaldo, sino que le entrega mayores espacios de poder: desde el 27 de diciembre, la AFA toma el control total del Estadio Único Diego Armando Maradona. Al mismo tiempo, Tapia continúa al frente del gigante metropolitano CEAMSE.
La combinación de ambos cargos conforma una acumulación inédita para un dirigente hoy en el centro de múltiples allanamientos. Para Kicillof, el impacto del presente de Tapía no es menor: su decisión configura una señal política fuerte y arriesgada en medio de un clima judicial cada vez más adverso para el líder de la AFA.
A fines de diciembre, el Estadio Único de La Plata dejará atrás la cogestión histórica con Estudiantes y Gimnasia. La Fundación Estadio Único se disolverá, los 60 empleados provinciales serán reubicados y la AFA recibirá la llave y la administración plena del predio.
Como parte del acuerdo, la provincia de Buenos Aires recibirá un canon anual de 1.000 millones de pesos y el 30% de la recaudación neta de espectáculos no deportivos, monto que puede ser compensado con inversiones en obras, incluyendo un plan maestro presentado por Tapia.
Asimismo, la AFA se comprometió a presentar en marzo de 2026 el masterplan de remodelación integral del estadio, que llevará el nombre oficial Diego Armando Maradona. La decisión sienta un precedente. Por primera vez desde su creación, la Provincia cede la conducción total a una organización que no es estatal.
Pero el caso del estadio es solo una parte del vínculo. La relación política entre Kicillof y Tapia se robusteció un año antes, cuando el gobernador decidió nombrarlo presidente de CEAMSE en febrero de 2025. Ese movimiento fue interpretado como una apuesta de alto riesgo, dado que CEAMSE administra los residuos de CABA y 40 municipios bonaerenses, con un flujo anual de miles de millones de pesos y balances históricamente opacos.
El control del principal organismo de gestión de residuos urbanos del AMBA convirtió a Tapia en uno de los dirigentes con mayor poder operativo, económico y territorial del país. El propio presidente de la AFA declaró ingresos anuales superiores a los 800 millones de pesos, derivados de su salario en la entidad futbolística.
La designación no tardó en generar cuestionamientos. CEAMSE arrastra denuncias por falta de transparencia: desde 2019 no publica estadísticas oficiales y su administración quedó en la mira del Honorable Tribunal de Cuentas por la ausencia de controles estandarizados. La empresa concentra la disposición de casi 3 millones de toneladas anuales de basura, en un esquema que compromete a 14 millones de personas.
En paralelo, la causa judicial que involucra a Tapia avanza con fuerza. El juez federal Luis Armella ordenó 35 allanamientos en clubes, sedes de la AFA, domicilios particulares y oficinas vinculadas a la financiera Sur Finanzas. La investigación apunta a presunto lavado de activos a través de sponsoreos, triangulación de derechos de televisación, compra de jugadores y movimientos financieros opacos.
Los procedimientos se extendieron por Avellaneda, Almirante Brown, Lomas de Zamora y hasta establecimientos en Ezeiza, donde se detectaron vínculos entre dirigentes deportivos y operaciones crediticias sospechosas. Varios clubes de Primera y del Ascenso quedaron involucrados directa o indirectamente, y algunos salieron a desmentir relaciones con la financiera para despegarse del escándalo.
El avance de la Justicia contrasta con la determinación política del gobernador. Hasta ahora, ni la administración del Estadio Único ni la presidencia de CEAMSE fueron modificadas ni puestas bajo revisión.
Ambas decisiones de Kicillof respecto a Tapia son vistas con recelo. Dentro del oficialismo provincial hay sectores que justifican la estrategia como parte de un proceso de profesionalización de la infraestructura deportiva y de modernización del sistema de gestión de residuos. Sin embargo, en el peronismo territorial y en sectores legislativos crece la preocupación por los costos de sostener a un dirigente con semejante nivel de exposición judicial.
El 27 de diciembre, cuando se entreguen formalmente las llaves del Estadio Único a la AFA, quedará sellado un pacto político que comenzó un año atrás en Ezeiza y que hoy se ve tamizado por la crisis judicial que rodea a Tapia. Para algunos intendentes, la imagen será difícil de sostener en un contexto en el que la provincia reclama recursos al Gobierno nacional y exige transparencia en áreas críticas.
Kicillof queda así atrapado entre la necesidad de mantener alianzas funcionales y el riesgo de quedar asociado a un dirigente bajo investigación. En términos políticos, la decisión le incorpora un costo simbólico y discursivo relevante, en un momento en el que la oposición provincial y nacional busca instalar la idea de improlijidad en la gestión bonaerense.
Los cuestionamientos también impactan en el territorio: CEAMSE es una empresa clave en la que intendentes de todo el arco político destinan hasta el 20% de su presupuesto al tratamiento de residuos. Por ejemplo, de acuerdo a informes a los que pudo acceder La Tecla, solo el municipio de Campana abonó más de 60 millones de pesos por los servicios referidos en tan solo 4 meses.
De esta manera, con más de 47 años manejando los desechos de los bonaerenses, descartan los balances, parece ser que lo único que se le escapa al CEAMSE son las fugas de metano, una de las tres más grandes del mundo (compartiendo podio con la India y Pakistán), el resto es todo negocio enterrado
En este mapa de relaciones sensibles, la influencia de Tapia se volvió aún más extensa, lo que incrementa la centralidad del caso para la política bonaerense.
En definitiva, el caso Tapia representa para Axel Kicillof una mochila pesada: Estadio Único, CEAMSE y respaldo político en plena tormenta judicial. Un paquete de decisiones estratégicas que, hoy, se transforman en un activo riesgoso. La escena judicial avanza y el pacto con Tapia se sostiene. El costo político, sin embargo, empieza a acumularse en la cuenta del Gobernador.