Las elecciones de medio término jugarán un importante papel en territorio bonaerense, no sólo porque determinarán que fuerza política cuenta con mayor apoyo popular, sino porque definirán el nuevo esquema legislativo.
En este sentido, el Senado tendrá especial atención. Allí, oficialismo y oposición librarán una batalla por la mayoría: el Frente de Todos por obtenerla, y Juntos por el Cambio por mantenerla.
Así, al menos, lo dejó en claro en senador lilito Andrés De Leo durante un plenario seccional de la Coalición Cívica, que tuvo lugar este sábado en Junín, donde destacó que el desafío hacia las elecciones “es seguir construyendo, apostando al consenso entre los miembros que lo componen y seguir sosteniendo el equilibrio político con relación al Frente de Todos”.
“Seguiremos poniendo límites a las pretensiones del gobernador Axel Kicillof de avanzar en la reforma judicial poniendo jueces afines o removiendo al Procurador General de la provincia, entre otros hechos de una gravedad institucional marcada, o la asfixia impositiva a los sectores productivos”, agregó el bahiense.
“El desafío es hacer una gran elección en el interior, como lo hemos hecho. Si bien el gobernador Kicillof ganó bien la elección, es cierto que Juntos por el Cambio ha triunfado en varias secciones electorales, lo que nos permite mantener este equilibrio político siendo mayoría en el Senado. El objetivo será sostener la elección en la Provincia para así mantener el equilibrio legislativo”, concluyó.
Por el lado del Frente de Todos, ya están calentando motores. Por caso, el Gobernador Axel Kicillof estuvo la semana pasada en Pehuajó, donde dejó en claro que “ya estamos en campaña”. La Cuarta Sección electoral elige este año siete senadores, por lo que el desempeño del oficialismo allí será más que clave.
Del total de las bancas que se ponen en juego, 5 son de Juntos por el Cambio y 2 del Frente de Todos. Es que en 2017, cuando resultaron elegidos, la diferencia de votos entre ambas fuerzas fue realmente abrumadora. Casi 100.000 sufragios separaron a Cambiemos de Unidad Ciudadana.
Dos años después, no obstante, esa brecha se acortó de manera significativa a 7.000 votos, aproximadamente. ¿Por qué? Porque se sumaron a la alianza el Frente Renovador y el Frente Justicialista, de Florencio Randazzo. Esto quiere decir que si el oficialismo logra siquiera repetir la performance de 2019, estaría frente a la posibilidad no sólo de renovar las dos bancas que pondrá en juego, sino, también, de sumar otra.
El mismo panorama se repite en todas las secciones electorales que elegirán senadores en 2021. Si Kicillof consigue, al menos, igualar el desempeño del año pasado obtendrá la mayoría en el Senado. De hacerlo, por la Primera sección ingresarían 5 legisladores; por la Quinta, 2; y por la Séptima, 1; además de los 3 de la Cuarta. Así, el bloque del Frente de Todos renovaría los 7 y sumaría 4, por lo que pasaría a tener 24 senadores; la mitad más uno.
Como se sabe, los recintos se renuevan de a mitades cada dos años. En 2021, de las 23 bancas que deben renovarse en el Senado, 16 corresponden a Juntos por el Cambio y 7 al Frente de Todos. Es la oposición la que, en realidad, pone más en juego, lo que deja al oficialismo con cierta ventaja.
Sin embargo, de las sillas que quedarán vacantes el próximo año, más de la mitad corresponden a secciones del interior bonaerense, donde el oficialismo tiene algunas dificultades para penetrar en el electorado.
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