A las 11 de la mañana estaba pautada la presentación de “Cuenta DNI”, la app del Banco Provincia que en realidad existe desde el año pasado, pero que en este contexto de cuarentena, se le agregaron funciones y la máxima velocidad, entre otras cosas. A las 11 estaba pautada, pero arrancó a las 12. Una hora más tarde. El lugar, el Salón Dorado de la Casa de Gobierno bonaerense. Los anfitriones, el gobernador Axel Kicillof y el presidente del Bapro, Juan Cuattromo.
Los principales visitantes fueron nada más y nada menos que el presidente de la Nación, Alberto Fernández; el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa; el ministro del Interior, Wado De Pedro y el Secretario General, Julio Vitobello. Justamente por ellos fue el retraso, que salieron a las apuradas desde la Ciudad de Buenos Aires. Obvio, nada de autopista, en el helicóptero de Presidencia.
Una hora y media antes llegó la prensa aproximadamente. Cafecito, masitas y alcohol en gel en mano (un funcionario de Comunicación se acercaba periodista por periodista ofreciendo "¿un poquito de alcohol en gel?). Ya desde hacía un rato se sabía que el anuncio iba a ser solo eso, un anuncio; pues no se iban a permitir preguntas. También iban cayendo algunos de los ministros, que enseguida avisaban que tampoco iban a hacer declaraciones.
Eslaiman y su barbijo hicieron la diferencia
Julio Alak (Justicia), Daniel Gollán (Salud), Santiago Pérez Teruel (Asesor General de Gobierno), Cristian Girard (Arba) y los diputados Alex Campbell (JxC) y Rubén Eslaiman (FdT) fueron los primeros en acercarse al Dorado. Eran cerca de las 11. Todavía faltaba una hora y pico para el comienzo del acto. En la antesala del salón aprovecharon para charlar un rato, ponerse al día, tirarle algún off al periodismo y degustar un cafecito o un té.
Párrafo aparte el Turco Eslaiman, el único de los presentes que hizo uso del barbijo, recientemente recomendado por la municipalidad de La Plata. Eso sí, de tanto en tanto, se lo levantaba para hablar más claro o para vaya a saber qué. Como sea, hubiera sido el único con acceso a los municipios de Zárate, Rivadavia, General La Madrid y Villa Gesell, donde se acaba de decretar que para circular por la calle hay que utilizar barbijo sí o sí.
Del otro lado de la vereda, del lado de los cuidados poco intensos, el saludo entre el 1 de la prensa presidencial, Juan Pablo Biondi y el ya mencionado Campbell, que ya dentro del recinto, cuando faltaba media hora para que Cuattromo arrancara su alocución, se saludaron con un beso. Sí, con un beso. “Se dieron un beso, se dieron un beso”, se susurró entre la prensa. La totalidad de los saludos restantes fue codo a codo. Y alguno sin choque. O sea, codo, pero al aire.
Se venía el acto, cada vez faltaba menos, cada vez eran más los periodistas y fotógrafos ubicados en la parte trasera del Dorado (una cinta que cruzaba de lado a lado servía para hacer la división . Y sí, aunque se intentó respetar la distancia, fue prácticamente imposible. Al menos quedaba un poco de alcohol en gel. Los que sí tenían espacio eran los asistentes al acto, los funcionarios y legisladores, quienes se sentaron silla de por medio y en algunos casos dos sillas de por medio.
Pero hasta que se acomodaron, hasta que hicieron su entrada Fernández, Kicillof, Otermin, Massa, Secco, Ferraresi, Magario, Thea y todos los que arribaron últimos, se sentaron en grupitos, a charlar, como ya lo habían hecho en la previa al ingreso al salón. Girard se sentó con el senador Bozzano y el diputado Eslaiman, Gollán charló con Alak y como ya se dijo, Campbell con Biondi. Hubo varias otras, unas más largas, otras más cortas. Lo importante era charlar un rato, hacer correr el reloj.
Gollán y Alak, a pura charla, aguardan el comienzo del acto
Y el reloj corrió, y el presidente del Bapro hizo uso de la palabra. Para arrancar sorprendió con un "todes", aunque en realidad ya no sorprende tanto, son cada vez más los funcionarios provinciales y nacionales que se animan al lenguaje inclusivo. Desde la puerta delantera, ya con el resto de sus pares esparcidos (como se dijo, con la suficiente distancia) en el salón, la ministra de Comunicación Pública, Jésica Rey, seguía con suma atención los tres discursos.
Habló Cuattromo, habló Kicillof y por último Fernández. En los tres casos, loas a la banca pública y finos palos a los bancos privados. Obviamente, también se explicaron de manera detallada las utilidades y funciones de "Cuenta DNI" (ver aparte). "Los adultos mayores no van a tener que moverse de sus casas. La idea es hacer fácil lo que era difícil", dijo entre otras cosas el mandatario provincial. Y en el mismo sentido se pronunciaron los dos oradores restantes.
Por supuesto, fue mucho más corto el acto que la espera previa. Aunque para que las quejas no fueran tantas ni tan duras, tanto para la prensa como para el resto de los asistentes (no los oradores ni los principales actores presentes, que se fueron raudos sin conectar con los periodistas) desde la organización se sirvieron, en el mismo lugar que se sirvieron las masitas y el café, unos ricos sanguches de miga y gaseosa. Ah, a esta altura ya no quedaba alcohol en gel.
Final del acto. Aplausos y a otra cosa. El presidente tenía que estar en Lanús junto al intendente Néstor Grindetti para visitar el hospital de campaña de Villa Jardín. Se acabó la espera, se acabó el acto. Ojo, para el presidente del bloque de Diputados del FdT, Facundo Tignanelli, sólo se acabó el acto, pues llegó cuando ya había empezado.
La tardía llegada de Tignanelli
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