La Tecla
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La decisión del PRO de presentar un amparo judicial para frenar la designación de autoridades en la Auditoría General de la Nación (AGN) dejó al descubierto una nueva fractura política entre el macrismo y La Libertad Avanza. Más allá de la discusión reglamentaria, el conflicto expuso el malestar del PRO por haber sido excluido de un acuerdo que el oficialismo selló con el peronismo y otros bloques provinciales para ocupar cargos clave en el principal organismo de control del Estado.
La votación cuestionada se produjo durante la madrugada, al cierre de una extensa sesión en la que la Cámara de Diputados otorgó media sanción al Presupuesto 2026. Sin figurar en el temario de sesiones extraordinarias habilitado por el Poder Ejecutivo, se avanzó con la designación de tres auditores de la AGN, una resolución que fue aprobada por una amplia mayoría y que dejó afuera al ex ministro de Trabajo Jorge Triaca, el candidato que el PRO tenía previsto para uno de esos lugares.
Desde el macrismo denunciaron que se trató de una maniobra “inconstitucional”, realizada sin dictamen de comisión ni debate parlamentario, en violación de los límites que rigen las sesiones extraordinarias. Pero el planteo jurídico fue acompañado por una crítica política directa: el PRO acusó a La Libertad Avanza de priorizar un entendimiento con el peronismo antes que sostener el vínculo con su principal socio parlamentario, que había acompañado al Gobierno en votaciones clave desde el inicio de la gestión.
El amparo presentado por el bloque que conduce Cristian Ritondo solicita la nulidad de la resolución, una medida cautelar para suspender los nombramientos y el restablecimiento del estado institucional previo a la votación. En ese marco, las críticas internas apuntaron especialmente al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, a quien el PRO responsabiliza por haber avanzado en negociaciones a espaldas del macrismo, incluso tras advertencias previas de que una maniobra de ese tipo tendría consecuencias políticas.
El conflicto tuvo además efectos colaterales para el Gobierno. En medio del enojo del PRO y de otros aliados, como sectores del radicalismo, el oficialismo decidió postergar el tratamiento de la reforma laboral en el Senado, una de las iniciativas centrales de la agenda de Javier Milei. Aunque el Presidente intentó desescalar la tensión y negó que la votación haya sido una “traición” a Mauricio Macri, la polémica por la AGN dejó en evidencia un vínculo político más frágil y condicionó la estrategia legislativa del Ejecutivo.