Sotanas piqueteras: hasta las monjas critican las políticas económicas

La difícil situación por la que atraviesa una parte de la población argentina se siente con especial crudeza en Azul, ciudad que ha sido declarada en Emergencia Laboral tras el cierre de la planta de Fabricaciones Militares local.

Las críticas a muchas decisiones del Gobierno han prendido también entre representantes eclesiásticas, como es el caso de la Madre Covadonga, a cargo del Convento de las Carmelitas Descalzas azuleño, quien dijo: “No sé si Argentina está preparada para que le ajusten el cinturón”.

La religiosa aseguró a Radio Azul que la Iglesia Católica es el “termómetro de la situación de Azul”, enfatizando que el pueblo está "viviendo un momento difícil", lanzando luego una campaña para reunir ladrillos destinados a familias vulnerables.

“Nuestra casa -el Convento- es el termómetro de la situación de Azul porque van todos, todos pasan por nuestra casa de alguna manera”, expresó, añadiendo que “es un momento difícil, siempre que llega el invierno es difícil, pero vemos que se está amplificando a nivel general, han subido mucho las boletas y a nosotros nos cuenta pagar las boletas del convento, por lo cual a una familia normal que le llega una boleta de luz o gas de mil y pico de pesos es imposible de mantener”, explicó.

En relación al cierre de Fanazul, que dejó a más de 200 familias en la calle, la Madre Covadonga relató que  “estamos rezando mucho por FanAzul, ya empieza a llegarme la familia con mucha angustia psicológica, estamos muy unidos a su sufrimiento”.