Después de dar una nueva señal de acercamiento al Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa volvió a cerrar sus conversaciones con los propios. Fue con sus alcaldes en la noche de San Fernando, tal como anticipó Asado de por medio, los intendentes bonaerenses que responden al Frente Renovador se sentaron junto al tigrense para tocar varios temas. Entre ellos, los dos de mayor intensidad fueron el PJ y el pacto fiscal. Igualmente, a pesar del debate político hubo tiempo para charlas distendidas de verano. Claro está, el derrotero del nuevo pejotismo y la adhesión a la ley de responsabilidad fiscal son las dos vedettes del verano en la política y no podían ser menos en la cena renovadora. Principalmente, porque el exdiputado es uno de los protagonistas de la discusión por el futuro de la doctrina del general Juan Domingo Perón. En ese sentido, horas antes de reunirse con los alcaldes dejó en clara la posición que desde hace algunos días defienden sus legisladores. Peronismo si, pero de centro y alejado de Cristina Fernández. Es que, el presidente del PJ, Gustavo Menéndez, mantuvo un encuentro mano a mano con Massa en Pinamar y le abrió las puertas del partido. Hasta allí, todo bien. Pero el mismo mensaje tuvo como destinatario a Florencio Randazzo y a CFK. Incluso, el intendente de Merlo propuso una reunión entre el extitular de El massismo nada quiere saber con retornar a sus orígenes y compartir una mesa de diálogo con la líder de Unidad Ciudadana. Diferente es la postura respecto al peronismo ortodoxo, por ello la fotografía del tigrense nada más y nada menos que con Miguel Pichetto, la antitesis peronista de CFK en el Senado y uno de los promotores de la liga de gobernadores, virtuales aliados de Cambiemos. De esa manera, ante los intendentes propios, Massa comenzó a definir su futuro. La disyuntiva pasa por dar el visto bueno a la adhesión fiscal como un nuevo gesto de “gobernabilidad” a |