Argentina
Viernes, 29 marzo 2024
ECONOMIA
1 de abril de 2020

Deuda bonaerense: una carrera contrarreloj en un escenario que abre oportunidades

La Provincia sigue adelante con las negociaciones para evitar entrar en default el 1 de mayo cuando vencen más de cien millones de dólares de capital. Cómo opera a favor la crisis sanitaria y cómo juega en contra el deterioro de los bonos argentinos, que se hacen presa fácil para los fondos buitre reacios al reperfilamiento

Deuda bonaerense: una carrera contrarreloj en un escenario que abre oportunidades - La Tecla
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Sin viajes, a la distancia, por videoconferencia o llamados telefónicos. Así continúa la renegociación de la deuda de la provincia de Buenos Aires con los acreedores externos. Otra vez las charlas tienen fecha de vencimiento: el 1 de mayo. Si ese día el Gobierno no paga las obligaciones del Bono Par Mediano, la Provincia entrará técnicamente el default. Claro que, en estas circunstancias coyunturales, la cesación de pagos podría verse como menos irresponsable, y ésta sola amenaza opera como un guiño positivo para enfrentar a los deudores.

Mayo también es el límite para el gobierno nacional en la renegociación de la deuda bajo legislación extranjera. De hecho, la administración bonaerense cifra las esperanzas en que sea Nación la que avance en el acuerdo, para después plegarse a él. No obstante, el ministro de Hacienda y Finanzas provincial, Pablo López, sigue adelante con las cuestiones propias de la Provincia.

Como publicó La Tecla en su edición papel del 28 de enero, la deuda de capital con legislación extranjera a pagar este año supera los 852 millones de dólares (entre moneda norteamericana y euros), y sumados los intereses (499,9 M) el monto asciende a los 1.352 millones de dólares. Y los compromisos crecen en los años sucesivos.

LOS VENCIMIENTOS DE ESTE AÑO
Deuda bonaerense: una carrera contrarreloj en un escenario que abre oportunidades

Fuentes de la Gobernación confiaron a este medio que cuando empezó a cundir el pánico por el avance del coronavirus, y el tema recién se iniciaba en la Argentina, López comentó que la crisis sanitaria puede significar una oportunidad para posicionarse desde otro ángulo en la charla con los acreedores. Simple: los recursos deben estar destinados a atender la salud de la población y es al Estado al que se le demandan más esfuerzos; en ese sentido, dejan de operar las exigencias del FMI de suprimir el déficit fiscal. Lo que sobra queda para pagar y si los acreedores no toman esta opción la alternativa es no cobrar nada. 

Esa ecuación sencilla, que puede operar para un vecino con problemas para cubrir la libreta del almacenero de la esquina, tiene un componente mucho más complejo el mundo macro de las finanzas: los fondos buitre. El problema que enfrentan el país en general y la provincia de Buenos Aires en particular es que los bonos argentinos han caído estrepitosamente en el mercado, Un gran número de acreedores, aún con alguna pérdida en su inversión, han vendido esas acreencias a compradores interesados a los que no les importa demasiado una caída abrupta del capital ahora, porque saben que la recuperarán con el tiempo.

Se sabe, por experiencia, que los fondos buitre se encargan de fagocitar carroña financiera de escaso valor para el resto de los acreedores porque ellos tienen tiempo y espalda para recuperar para sostener las letras y exigir el pago del cien por ciento de su valor nominal. Los fondos buitre no negocian quitas ni plazos, y cuando se hacen de más del 25 por ciento de un determinado bono dejan entrampado al deudor y sin chances de prosperar en las negociaciones con el resto. Para acordar un reperfilamiento de deuda la Provincia se necesita la aprobación del 75 por ciento de los bonos emitidos, y ese número todavía no está, ni estará si los buitres logran hacerse de al menos un cuarto de los bonos.

Deuda bonaerense: una carrera contrarreloj en un escenario que abre oportunidades
El gobernador Axel Kicillof y el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López

La carrera es desigual y contrareloj, y si las negociaciones no logran cerrarse en el mes en curso Buenos Aires quedará en cesación de pagos; sencillamente porque no tiene los 95,3 millones de euros y 10,3 millones de dólares que le demanda para el 1 de mayo el vencimiento de capital del Bono Par Mediano. Y si los llegara a conseguir sería el último pago en término que podría afrontar, porque los casi 450 millones de dólares del bono PBJ21, con vencimiento el 9 de junio, aparecen como imposibles en el horizonte financiero bonaerense.

Pese a que el del Par Mediano no es el mayor monto a pagar este año, ahora las circunstancias son diferentes a las de febrero, cuando vencieron los 250 millones de dólares del BP21. Como se recordará, la Provincia estiró las negociaciones más allá del vencimiento del 26 de enero, pero a mediados de febrero se quedó sin opciones y Axel Kicillof debió resignar recursos que atesoraba para no caer en el default. En el presente no hay tal atesoramiento, y nada hace prever que lo haya para mediados de año. Por el contrario, con la caída de la recaudación por el parate de la actividad económica, las arcas públicas sufrirán un crac importante.

Deuda bonaerense: una carrera contrarreloj en un escenario que abre oportunidades“El BP21podría haberse defaulteado, porque se hizo una propuesta que no se aceptó; pero se prefirió pagarlo para dar tiempo a una propuesta más integral, encabezada por Nación. Se supone que habrá una propuesta ahora en abril, y que de ser rechazada daría pie para suspender los pagos”, le dijo a este medio un economista ideológicamente ligado al gobierno.

Nación cuenta con un poco más de tiempo porque sus grandes obligaciones con los acreedores extanjeros comienzan en 2021, pero el reperfilamiento de la deuda bonaerense debe ser “sí o sí” para la Provincia este año. Más aún, debería ser sí o sí este mes. El contexto de la pandemia ayuda, dicen algunos expertos, “a la comprensión del mundo de que el sistema financiero quedará seriamente dañado y que va a ser mejor renegociar antes que no cobrar”.

La teoría se base en la siguiente reflexión: “No es que al tenedor de bonos le importan los enfermos de Covid 19 en la provincia de Buenos Aires; pero, dada la situación, es menos probable que obtengan un fallo a favor rápidamente, ni siquiera en Estados Unidos, que tiene unos jueces bastante sesgados a favor de los fondos buitres. Se entenderá mejor la necesidad de esperar para cobrar”.

En esa tesitura se mueven las negociaciones de la Provincia en un tema que ocupó la primera plana de los diarios en verano, y que fue borrado de las rotativas y del horario central de la televisión cuando irrumpió el COVID-19. No obstante, sigue siendo tema de intenso trabajo en el área financiera bonaerense, que nunca dejó de pagar los intereses de la deuda en tiempo y forma y mantiene las negociaciones abiertas. Pero el escenario es otro, se abre una puerta, una luz a partir del caos sanitario mundial. Y si no hay acompañamiento, default ya no aparece como una tan mala palabra.

 

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