Luego de la toma del ministerio de Economía, en la que los trabajadores del Astillero Río Santiago exigían ser recibidos por funcionarios de la Provincia, el gobierno de María Eugenia Vidal ya analiza una serie de alternativas para que la empresa vuelva a ser rentable, sin despedir a ningún trabajador.
Según hicieron trascender, desde calle 6 estudian la posibilidad de dividir el Astillero en dos: una parte continuaría con su labor naval, mientras la otra se dedicaría a la obra pública.
La alternativa se dio a conocer luego de las declaraciones del ministro de Economía, Hernán Lacunza, quien aseguró que el Astillero le cuesta 3.500 millones de pesos a la Provincia y su rédito no logra compensar los gastos.
"Fue violento porque treparon las rejas, abrieron las puertas, invadieron las oficinas, hubo algunos daños materiales, intervinieron las computadoras. El Astillero Río Santiago es una empresa del Estado que lamentablemente hace muchos años funciona con un standard de producción muy bajo", dijo en diálogo con Radio Mitre.
"Todos los bonaerenses ponen por año 3500 millones de pesos para que funcione; de ahí que María Eugenia, como no sobra nada en la Provincia de Buenos Aires, nos pide que asignemos bien los recursos, porque con ese dinero podemos universalizar el almuerzo a todos los alumnos de primaria y jardín de infantes".
En este sentido, el secretario general de ATE Ensenada, Francisco Banegas, consideró que "está bien si quieren darnos trabajo en la obra pública, pero eso no significa dividir el Astillero. Ya hicimos ese tipo de trabajo".
No obstante, en diálogo con La Tecla, advirtió que "si hay otro objetivo atrás, lo enfrentaremos".
Vale destacar que el conflicto estalló cuando el gobierno de María Eugenia Vidal postergó una reunión pautada para la tarde de este martes, y los trabajadores tomaron el edificio ubicado entre las calles 7,8, 45 y 46 de La Plata, donde funcionan el ministerio de Economía, la agencia de recaudación ARBA, la Contaduría General y la Tesorería General de la Provincia.
Ante la actitud de los gremios del Astillero, el gobierno de María Eugenia Vidal mantuvo desde el inicio la posición de no negociar ni mantener una reunión mano a mano mientras se sostuviera la toma. De hecho, la situación se analizó al mediodía en el despacho de la Gobernadora, donde parte del gabinete analizó la situación.
Allí, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, quien permaneció todo el día en la Casa de Gobierno, mantuvo su postura de no bajar a negociar si la toma no se deponía.
Con el caer de la tarde, los trabajadores que ingresaron al edificio, y que en principio habían tomado casi todas las dependencias, se concentraron en el área de Economía, sobre la calle 8. Ya a la noche, comenzó la mediación de la Iglesia. Fuentes del gobierno provincial le aseguraron a La Tecla que en ningún momento se barajó la posibilidad de desalojar el inmueble mediante la fuerza pública.
"Se logró que Joaquín de la Torre firme un acta acuerdo en que se comprometen a suspender el descuento salarial que nos vienen haciendo por segundo mes, a proveer los insumos y continuar las obras navales que tenemos en curso. La campaña del gobierno es agresiva con los trabajadores", señalaron en la vereda de enfrente.
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