No perdona la traición, pero sabe que la política, por naturaleza, está llena de traidores. Asegura que el peronismo no tiene nada nuevo para ofrecerle al votante del Conur-bano y sostiene, contra todo pronóstico, que la calle confía en el rumbo del Gobierno. Una de las fichas que el oficialismo logró colar en la Primera sección luego del 2015, el intendente de General Rodríguez, Darío Kubar, mantuvo una entrevista con La Tecla. Habló de todo: la política en los tiempos actuales, la obra pública de Cambiemos, la relación con la oposición y más.
-Es uno de los intendentes de Cambiemos que irrumpieron en el 2015, y entonces se habló mucho de la herencia recibida. ¿Qué General Rodríguez encontró y qué ciudad ve hoy?
-Me encontré con un municipio desordenado y sin planificación, porque General Rodríguez no escapa a las generales del Conurbano con déficit de infraestructura de todo tipo. La problemática de nuestra ciudad es el gran crecimiento demográfico en los últimos años, que hace un combo muy difícil, porque los últimos gobiernos locales no han priorizado la planificación. Nos encontramos con un distrito muy estancado. Hay una estructura política muy conservadora y con amplia resistencia al cambio. Creo que los primeros meses fueron de ordenar y establecer prioridades, planteando reglas claras mediante la sanción de ordenanzas que cimienten las reglas de juego en la ciudad. Hemos conformado muy buenos equipos técnicos, como la Secretaría de Planificación de Obras y en áreas de Economía. Si bien nos falta, hubo un vuelco del ciento por ciento. Antes, hacer un trámite para aprobar un expediente de una obra tardaba seis meses, y hoy, en 15 días sale aprobado; y eso genera reglas claras para la inversión.
-¿Cree que la falta de planificación fue una cuestión central en su distrito?
-Totalmente. A nuestra ciudad le faltaron dirigentes que tengan claro hacia dónde va Rodríguez. Hoy somos una de las 40 ciudades más grandes de la Provincia. Dejamos de ser una ciudad de 40 mil habitantes, y eso nos exige empezar a pensar en una ciudad con una problemática distinta desde la salud, la infraestructura y la educación. Un ejemplo claro es que la Planta de Tratamiento de Efluentes Cloacales es del año 1973 y tiene capacidad para procesar efluentes de 17 mil habitantes, en una ciudad que tiene 150 mil.
-¿Cómo se rompe con ese cuadro de situación?
-Diseñamos ordenanzas que han marcado la posibilidad de desarrollo económico. Pudimos llegar a una buena ordenanza Fiscal e Impositiva, que es una base importante de nuestro ordenamiento sobre cuáles son los tributos del municipio que equiparan a los que hay en la zona y ponen reglas similares en materia tributaria. Gracias a eso, hoy el Ente Municipal puede invertir, garantizar el pago de sueldos y cierto acomodamiento en el valor de la tasa que cobramos, porque se ajusta por un índice de la pauta salarial que damos año a año. Eso fue un buen logro para Rodríguez, y, también, la fiscalización. Los grandes contribuyentes pagaban lo que ellos declaraban y nadie los controlaba. En materia de evasión fiscal se encontró mucho. Nos queda avanzar en la sanción de un Código de Planeamiento Urbano, que lo tenemos armado en un borrador.
-¿Qué pasó para que el votante del Conurbano le haya dado la espalda al peronismo?
-La gente empezó a ver que durante tantos años, los que gobernaban en la Primera y la Tercera sección no les resolvían sus problemas, y el vecino se volcó hacia lo nuevo. Ese sector que gobernó durante muchos años no tiene nada nuevo para ofrecerle. Está probado cuál fue el resultado de sus gobiernos en los últimos veinte años, donde, por poner el caso de General Rodríguez, sólo alrededor de un 20 por ciento tenía cloacas.
-¿Tiene la certeza de parte de la Gobernadora o del Presidente de que las obras que se realizan en General Rodríguez van a continuar?
-Con la Provincia tenemos planes de obras importantes en materia de saneamiento de cloacas, de tratamiento de efluentes cloacales, obras que estamos terminando del Fondo de Infraestructura Municipal del 2017, y convenios que hemos suscripto a lo largo de los últimos dos años y vienen encaminados. Con el Gobierno nacional tenemos un plan hidráulico muy importante, dividido en tres etapas, que está a ritmo constante y no se ha frenado. Es financiado por presupuesto nacional y no ha sufrido merma de acuerdo al plan de trabajo e inversiones. Obras del Plan Nacional de Hábitat, que, si bien vienen demoradas, tienen una presencia fuerte en el territorio.
-Las últimas encuestas de diversas consultoras visualizan una caída en la imagen del Gobierno nacional. ¿Nota a la gente más desilusionada en la calle?
-Todo depende de con quién habla uno. Si hablás con un fanático K vas a encontrarte con que todo está mal, y si hablás con un fanático nuestro te va a decir que está todo bien. Cuando uno habla con los laburantes se da cuenta de que ellos sabían que esto no iba a ser fácil. Se sabía que tantos años de despilfarro y corrupción en torno a nuestros recursos generaba esta situación. De esto se sale trabajando, con esfuerzo y sacrificio, y el que labura está dispuesto a hacerlo. Yo estoy convencido de que la gente sabe que esta vez es en serio y va a poner el lomo por el país para aprovechar este momento histórico.
-¿Cómo se lleva con la oposición?
-Con ciertos concejales opositores, bien, y con otros, no. El kirchnerismo es un bloque muy duro, con el que no hay punto de coincidencia. Después hay dos monobloques de concejales, uno del Frente Renovador y otro del PJ, con los que puedo generar diálogo.
Y hay otro monobloque, que lo forma mi ex secretario de Gobierno, Sergio Maffía, que no lo tengo por la ruptura de un acuerdo político.
-¿Qué consejo podría darle a Vidal para que Cambiemos termine de ganar el Conurbano?
-Es difícil. Creo que conoce muy bien el Conurbano. Está en el camino correcto, pero, fundamentalmente, no hay que descuidar el trabajo. Lo más importante para nuestra gente es eso, porque es un sector repleto de gente laburante |
