Argentina
Martes, 23 abril 2024
OPINION
19 de julio de 2018

Entre el escándalo y el espanto: nadie se hace cargo de los aportantes truchos

Se destapó la olla de un monumental esquema de lavado de dinero y corrupción durante la campaña de María Eugenia Vidal. Los “aportantes”, jamás lo fueron. Nunca pusieron un solo peso.

Entre el escándalo y el espanto: nadie se hace cargo de los aportantes truchos - La Tecla

Por Marco Antonio Leiva 

No sin una buena cantidad de asombro, recibimos la noticia de la investigación conducida por el periodista Juan Amorín que destapó la olla de un monumental esquema de lavado de activos y corrupción activa durante la campaña de María Eugenia Vidal en las elecciones del año 2015. Ellos, los autodenominados paladines de la justicia e impulsores de la nueva política, se ven ahora implicados en una causa que va a investigar el origen real de varios millones de pesos que fueron utilizados en esa campaña electoral y que supuestamente provenían de pequeños aportantes por toda la provincia. Lo que se está destapando es que esos “aportantes” jamás lo fueron, nunca pusieron un solo peso en la campaña de María Eugenia Vidal. ¿De dónde viene entonces ese dinero?

Eso es lo que tendrá que determinar la justicia, que tiene todos los medios para hacerlo y no lo hará solo si no lo quiere hacer. Si el juez Casanello quiere, puede llegar al fondo de una enorme evasión al fisco, un delito grave. Pero hay otros aspectos aún más graves de la cuestión y son aquellos relacionados al robo de identidades por parte de la gobernadora Vidal, que no solo hizo figurar como aportantes suyos hasta a beneficiarios de programas sociales, sino que además los afilió “de prepo” a su propio partido político, lógicamente sin el conocimiento ni el consentimiento de esas personas, en su mayoría de extracción popular. A primera vista, se desprende el hecho de que estamos ante gente capaz de utilizar a la ciudadanía para lograr imponer sus intereses personales a cualquier costo. Aquí está la parte del espanto propiamente dicho, puesto que se promocionaron y se siguen promocionando ellos mismos como los que venían a terminar con esas prácticas.

Lo curioso es que las terminaron inaugurando, porque no hay registro en la historia de nuestro país de semejante fraude con identidades de terceros para fines electorales y de lavado de dinero al mismo tiempo. Y el escándalo radica ahí, en que María Eugenia Vidal ganó las elecciones en la provincia de Buenos Aires prometiendo resolver un problema que no existía y lo terminó generando ella misma. El nivel de estafa a la ciudadanía ya es insoportable.

En nuestra ciudad ya se encontraron unos 28 aportantes truchos a la campaña de Vidal en el año 2015, totalizando 713 mil pesos —que equivaldrían a alrededor de 80 mil dólares, por la tasa de cambio de la época— que nadie sabe aún de donde realmente salieron. Entre esos aportantes están nadie menos que el propio intendente municipal, Carlos Arroyo, su hijo, el concejal Guillermo Arroyo, y el presidente del HCD, Guillermo Sáenz Saralegui, además de varios funcionarios municipales de la gestión de Arroyo. Como se sabe, todos ganaron las elecciones y llegaron a sus cargos y escaños en las listas de Macri y María Eugenia Vidal, dentro o en alianza con el PRO. Son, como se suele decir, “del riñón” de la derecha neoliberal y neocolonial que actualmente gobierna en la Nación, en la provincia y también en Mar del Plata. Y para sorpresa general, todos ya salieron a despegarse del asunto, afirmando que no aportaron ni un solo peso a la campaña de Vidal en 2015 y no tienen ni idea de cómo pueden estar figurando en las listas de aportantes de la Cámara Nacional Electoral.

En una palabra, Arroyo —padre e hijo— y Sáenz Saralegui terminaron de hundir a María Eugenia Vidal al declarar que no realizaron los aportes que se les adjudican. Y aquí, más allá de la cuestión judicial que debe resolverse y debe hacer justicia con la máxima responsable por este lío, que es la gobernadora Vidal, está el ángulo político de la cuestión: sumado a los rumores de que el PRO querrá imponer candidato propio en las elecciones municipales del año que viene en Mar del Plata, Arroyo tiene ahora este quiebre con la fuerza política a nivel nacional por la que llegó a ser intendente municipal y que lo quiere postergar de cara a las elecciones de 2019. Al mismo tiempo, el intendente se ve obligado a dar explicaciones en un caso gravísimo de corrupción en el que puede no estar realmente involucrado, todo gracias al hecho de haberse metido en alianzas con gente que no tiene escrúpulos. Arroyo es la cara visible de todo este escándalo ante los vecinos de Mar del Plata y, queriéndolo o no, tiene que salir a explicar esto, con los costos políticos que suponen la cuestión.

Será interesante ver cómo reacciona el intendente Arroyo. ¿Va a seguir en el lugar de la obsecuencia a una fuerza política que lo utiliza, le roba la identidad y para colmo lo quiere desplazar para imponer un candidato propio para el año que viene? ¿O va a plantar cara ante la gobernadora Vidal, la que probablemente se hunda con este escándalo? La respuesta a este enigma vendrá en los próximos capítulos de esta trama de mentiras, suciedad y corrupción por parte de los que ganaron las elecciones con la bandera del honestismo y están, en realidad, más sucios que una papa. Los marplatenses debemos estar atentos.

Comentarios
Jose
Y salvay ????? y Cenzon ?????
PERDOMO
Los balances de los Partidos Políticos lo firman con conocimiento, el presidente en este caso maria eugenia vidal en el cargo de gobernadora, Inza fuera del cargo en la provincia y ....fin
ALBERTO
Estan mas sucios que el riachuelo, habria que investigar el retorno de las electricas y de las empresas del gas, estan haciendo caja a dos manos, se estan robando hasta los foquitos. y la gilada sigue con los bolsitos de Lopez. pais de ciegos.
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