El poder eclesiático le rapeó a Vidal. En el inicio de la Semana Social, el poder eclesiástico le marcó la cancha al Ejecutivo provincial y a todo Cambiemos.
A pesar de que la mandataria provincial eligió pronunciar un discurso antigrieta, desde la Iglesia Católica Argentina cruzaron a los gobiernos de Cambiemos en la cara de la minstra de Desarrollo Social, Carolina Stanley y la propia María Eugenia Vidal.
En ese sentido, y como señaló ayer este medio, Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, y el titular de la comisión de Pastoral Social de ese cuerpo y obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, fueron las caras visibles de la crítica eclesiástica.
"El nivel de inequidad (en la Argentina) es enorme y se acentúa cada vez más más", dijo Ojea, quien aseguró que "tenemos una honda preocupación por el momento en que vive la Patria. El ajuste no lo tienen que pagar los pobres”. Y en ese sentido agregó que "el 60 por ciento de los argentinos gana menos de 15.000 pesos por mes". Remarcó que existe un número importante de indigentes "que no tienen chances. Y esto nos duele". Y también señaló que "ante esta realidad la Iglesia no puede dejar de decir que el ajuste no lo tienen que pagar los pobres".
“En el país del Papa se escamotea su pensamiento, aunque se hable demasiado sobre él y muchos se crean dueños de interpretar sus intenciones”, disparó el obispo de San Isidro.
"Vivimos situaciones sociales difíciles. Los problemas son acuciantes. Hacer y estar tienen que ser hechos concretos. La inclusión no es un discurso", puntualizó en una frase que fue saludada por el peronismo que ayer calificó el gesto como "un tiron de orejas".
“Escuchemos el grito del pobre y aprendamos de él, defendamos la vida y reconstruyamos el sentido de nuestro patria”, concluyó monseñor Ojea.
Por su parte, Monseñor Jorge Lugones cerró el acto de apertura destacando la participación federal de todos los reunidos. “Realmente los problemas son acuciantes, en esta Semana Social trataremos el trabajo esclavo, infantil, y también el de los indigentes. Hablamos de pobres, pero tenemos un número importante de indigentes que no tiene chance, esto nos duele”, dijo.
“Al hacer y al estar, hay que agregar el sentir, la sensibilidad cooperativa”, señaló Lugones, y más adelante destacó: “Si no apostamos a la familia estamos fritos y estamos atentando contra la familia con políticas como el divorcio y el aborto”. “Debemos alentar a una unidad de trabajo interinstitucional, pero cuando esto no alcanza es imperativo que el estado se haga cargo de las necesidades prioritarias”, dijo.
“Tenemos esperanza, esperanza que queremos construir con los jóvenes, pero se necesitan recursos ya que ellos quieren abrirse camino, salir adelante. Sin justicia social va a ser muy difícil llegar a la paz social. Construimos cárceles pero no habilitamos hospitales”, señaló el presidente de la Cepas y concluyó: “Consolar y acompañar van unidos a la creatividad y a la inversión, ya que la realidad se nos muestra con pymes cerradas y trabajos suspendidos”. |