Se inició este viernes, en el hotel 13 de Julio del sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, la Semana Social 2018, organizada por la Comisión Episcopal de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina (CEPAS).
La mesa de apertura estuvo integrada por la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley; el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de San Isidro, Oscar Ojea; el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones; el obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre; el intendente Carlos Arroyo; y el Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza, Guillermo Moser.
Monseñor Mestre fue el encargado de dar las palabras de bienvenida, y lo hizo en un tono afable y de agradecimiento a los presentes, entre los que se encontraban también varios intendentes y miembros del PJ. Pero cuando le llegó el turno a Lugones y Ojea los obispos no ahorraron términos duros para las políticas sociales del gobierno nacional.
Hablaron de crecimiento de la pobreza, mostraron preocupación por el cierre de fuentes laborales y dijeron que hay muca gente que pasa hambre. Ante la mirada escrutadora de Vidal y Stanley, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social disparó: “Construyen cárceles pero tendrían que hacer hospitales”. Lugones también dijo que “además de estar y escuchar hay que sentir el dolor ajeno”.
Cuando le llegó su turno, María Eugenia Vidal defendió la política social que el gobierno desarrollada en los barrios y localidades más pobres de la Provincia, y la inversión en tres variables que funcionan como "igualadores sociales: la salud, la educación y el trabajo", al tiempo que exhortó a todos los sectores a "trabajar más juntos que antes" sin "confrontaciones y sin prejuicios".
"Hacer y estar tienen que ser hechos concretos. La inclusión no es un discurso: al final del día, la discusión sobre la inclusión es te importa o no te importa, te ocupás o no te ocupás, tan concreto como un plato de comida", sostuvo Vidal.
Durante su discurso, la mandataria dijo que "frente al grito de pobreza, las grietas, las confrontaciones inútiles y los prejuicios no pueden tener lugar” y resaltó: “Si de verdad queremos estar comprometidos desde lo concreto, tenemos que dialogar, mirándonos a los ojos, dispuestos a escuchar de verdad y a ponernos en el lugar del otro".
"Frente a una provincia que todavía duele, frente a una provincia donde todavía la pobreza clama, sin dudas la respuesta, aún con distintos niveles de responsabilidad, depende de nosotros. Sé, con aciertos y errores, dónde nuestro gobierno va a estar parado, y no va a ser en la reducción de la inversión social. Va a ser, como lo hemos hecho estos dos años, con un estar y hacer con valores", afirmó.
Agregó que "no importa sólo lo que hacemos sino cómo lo hacemos y desde qué lugar lo hacemos" y que "esto no lo hace un gobierno ni un partido político: esto lo hacemos entre todos con el esfuerzo de todos los bonaerenses".
"Vienen momentos en los que tenemos que trabajar más juntos que antes. Para nadie es indiferente que estamos atravesando un momento difícil. Muchas familias están preocupadas o angustiadas o tienen dudas sobre cuál va a ser su futuro próximo inmediato. Es en los momentos difíciles donde más diálogo y más trabajo conjunto hace falta", aseveró.
Además de Vidal, Stanley y Arroyo, estuvieron presentes el presidente del PJ de la Provincia e intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, sus pares de Esteban Echeverría, Fernando Gray; de Cañuelas, Gustavo Arrieta; y de Castelli, Francisco Echarren. También la vicepresidenta del Congreso Nacional del PJ, Masira Fassi; y el excandidato a gobernador Julián Domínguez.
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