En su primer día al frente del Banco Central, Luis Caputo se reunió con directivos de las principales entidades bancarias del país. Les pidió hacer un “ping-pong” e intercambiar opiniones sobre la turbulencia cambiaria de los últimos días. El flamante titular del BCRA se llevó propuestas incómodas para los compromisos que ha asumido el gobierno. Por un lado, los gobiernos le pidieron fijar el tipo de cambio, al menos por tres meses, como forma de congelar la situación hasta que se tranquilice el mercado.
El otro pedido golpea al corazón electoral de Cambiemos. Le pidieron que acortara los plazos para la liquidación de divisas, según publicó Clarín.
Tanto un pedido como otro forman parte de un análisis complicado en el Gobierno nacional. En el primer caso, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se comprometió ante la titular del FMI, Christine Lagarde, a mantener un dólar flotante y a realizar intervenciones puntuales en el mercado. Una fijación en el tipo de cambio contradice el pedido del ente que le otorgó más de 50.000 millones de dólares.
Por otro lado, el discurso pro campo fue un pilar de Mauricio Macri en su camino a la Presidencia. A la par del anuncio de baja de retenciones, se comprometió a extender los plazos para la liquidación de divisas.
En enero de 2017, el Gobierno autorizó por decreto que la liquidación de exportaciones puede hacerse en un plazo de 10 años desde el momento en que se produce la operación. Varios banqueros apuntan a la especulación.
Ayer, en diálogo con Cadena Río, el ministro de Agroindustria bonaerense, dio su punto de vista al respecto. Señaló que, para el productor, su grano, su cosecha “es su forma de ahorro”.
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