Mientras el Gobierno da sus primeros pasos en el dialogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sindicatos combativos realizan este jueves una jornada masiva de protesta este jueves contra las medidas “de ajuste” implementadas por Mauricio Macri, que pueden endurecerse con las condiciones exigidas por el organismo.
En efecto, uno de los puntos que está sobre la mesa es la reforma laboral. La reducción de salarios y jubilaciones ya había sido recomendada por directivos del organismo a Argentina a fines del año pasado. El proyecto de reforma laboral está rodeado de mucha polémica y el peronismo ya ha puesto el grito en el cielo. Uno de los puntos que más rechazo ha despertado es la quita del aguinaldo de las indemnizaciones.
La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Autónoma y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) concentrarán a las 12 en Avenida de Mayo y 9 de Julio. Los sindicatos cuestionan “la ola de despidos que continúan en el Estado, el ajuste, los tarifazos, la reforma laboral y reclaman paritarias sin techo.
En la Provincia, adhieren al paro los estatales bonaerenses enrolados en ATE, los profesionales de la salud de CICOP y los judiciales de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB). Los tres gremios han llevado varias medidas de fuerza en los últimos meses contra la situación económica y social.
“En este tiempo hubo más de 5 mil nuevos despidos mientras que nombran nuevos cargos con salarios de entre 60 y 70 mil pesos por mes y ha aumentado la pérdida del poder adquisitivo”, sostuvo el titular de ATE, Hugo Cachorro Godoy.
Según se anunció, habrá movilizaciones en las principales ciudades de cada provincia.
“Enfrentamos esta situación con la extorsión del gobierno y los sindicalismos amigos que aprobaron aumentos del 15%% con una inflación del 24%, por eso exigimos que se reabran las paritarias y que se incluya también la reincorporación y terminar con la flexibilización laboral”, agregó Godoy.
La reforma laboral, ya ha hecho repensar algunos ítems al Gobierno. El peronismo dialoguista opone resistencia, mientras que la CGT también manifestó su rechazo.
El FMI había pronosticado en un comunicado un crecimiento del 2,8% para 2018, aunque pidió que se acelerara la disminución del gasto en salarios, jubilaciones y planes sociales.
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