Todos aseguran que sí, que esta vez sale, que no queda cajoneada ni vetada; tampoco, menos aún, que será rechazada por alguna de las cámaras. Se trata de la ley marco para la creación de nuevos municipios. Las autonomías municipales son un tema picante en la agenda legislativa; hay más de treinta iniciativas en la Provincia, y si se diera luz verde a todas y cada una de ellas, la cantidad de distritos superaría la suma de 170 en un abrir y cerrar de ojos. Tras reiterados intentos que no prosperaron, el oficialismo elaboró, a través de la diputada olavarriense Alicia Tabarés (FpV-PJ), un proyecto que introduce una importante modificación a otro que en su momento presentó Julio Alfonsín. A tres meses de haber sido ingresado en la Cámara baja, ya cuenta con despacho favorable en dos comisiones. Le queda aún transitar otras dos antes de salir al recinto. El proyecto de la legisladora Tabarés sólo cambia una cuestión, aunque fundamental: en lugar de solicitar el 5 por ciento de adhesiones, expresadas a través de un petitorio, de quienes conforman el padrón de la nueva área afectada para que se erija el nuevo distrito, solicita el 15 por ciento para que la medida prospere. Este cambio es sustancial: los municipios “pequeños” podrán seguir solicitando su autonomía, y factiblemente podrán conseguirla. Para otros, más grandes, será prácticamente imposible. “Es para proteger a los intendentes del Conurbano”, afirma Hugo Iraizoz, presidente de la Asociación para el Reconocimiento de Nuevos Municipios, y algo de razón tiene. Para citar solamente un ejemplo, en La Matanza el padrón está conformado por más de 800 mil personas, lo cual obligaría a recolectar 120 mil firmas para hacer prosperar un pedido de autonomía. El caso del distrito matancero no es antojadizo: hay proyectos, fundamentalmente de parte de la Coalición Cívica, que buscan dividirlo en hasta ¡cuatro! municipios: Los Tapiales, La Matanza, Gregorio de Laferrere y Juan Manuel de Rosas. Lo que busca protegerse es algo más que un poder municipal: se trata, básicamente, de bastiones electorales que custodian, celosos, los barones del Conurbano. Las expectativas de quienes promueven una ley que permita ponerle un marco a toda la cuestión no son, esta vez, exageradas. Así lo sostiene Hugo Iraizoz: “El Ejecutivo lo impulsa y la oposición lo avala. Scioli se comprometió a no vetar”. El de-bate sobre el tema tiene un hito reciente: la traumática separación de Lezama y Chascomús, que aún se discute en los pa-sillos de la Corte y despierta rispideces y antipatías entre los habitantes de una y otra localidad. Toda la política bonaerense busca evitar una experiencia como aquella, y para lograrlo consideran que la solución es la formulación de un marco estricto. “Cuando pasó lo de Lezama y Chascomús, que fue tan feroz, ese día mismo presenté la ley marco, y todos nos comprometimos, porque no puede ser que se dejen las cosas así, que pase el tiempo y no digan que sí ni que no, porque se producen enfrentamientos entre vecinos”, expresa Alicia Tabarés. El compromiso de los diputados es, justamente, lo que hace tener más confianza en que el proyecto obtendrá su media san-ción antes de fin de año. Otro aspecto es que la conformación de la Cámara no es la misma que la de las votaciones anteriores. La oposición ha dado el visto bueno para que la ley prospere. Y se espera que el oficialismo facilite las cosas, ya que se trata de una iniciativa salida de las filas del Frente para la Victoria y, como si fuera poco, está hecha a la medida de los municipios del Conurbano. |