En la casa de la Gobernadora, en la base aérea de Morón, alrededor de la mesa se sentaron la anfitriona; el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el nuevo Jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai; el vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Manuel Mosca; el Secretario de Interior de la Nación, Sebastián García De Luca; y el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja provincial, Marcelo Daletto.
El hermetismo en torno del encuentro sólo es perforado por circunstanciales comentarios. “Fue una buena cena, con muy buena onda, en la que se acercaron posiciones. Una charla en la que se habló mucho de política pero no de cargos”, es lo escueto que confiesan los presentes. Una de las cosas que quedó clara en el encuentro es que quien conduce políticamente en la Provincia es ella.
Vidal y Monzó evitaron en la reunión la incómoda postura de un ofrecimiento cuya aceptación estaba en duda. La posibilidad de que el monzonismo se quedara con el ministerio de la Producción no pasó de los sondeos que hubo entre segundas líneas de ambas tropas. En la cena no fue necesario aclarar que la silla en el ministerio de la Producción quedaba expectante para un posible acuerdo político que llevará a cabo la gobernadora con el acompañamiento de Monzó.
Desde hace tiempo el oficialismo busca conquistar voluntades provenientes del peronismo (o, si se quiere, de sectores que fueron parte del FpV); y el titular de la Cámara de Diputados de la Nación, hábil armador, brega dentro del PRO por una apertura mayor, y en dirección de dirigentes de pedigrí peronista.
Por ahora, el ministerio de Producción sigue en vacancia. Hay tiempo hasta la asunción de las nuevas autoridades, para lo cual debe haber un cambio en la Ley de Ministerios.
No obstante, un sector de Cambiemos ha puesto el grito en el cielo; son los enojados radicales que cada vez se sienten más marginados de los espacios de poder. “Esa silla era nuestra, luego nos dejaron con medio ministerio (en alusión a la separación de Producción y Ciencia, donde fue a parar Jorge Elustondo); ahora nos quieren dejar afuera también de la Defensoría del Pueblo, y cuando se abre un lugar en el Gabinete nadie piensa en nosotros”, trinó un diputado de la UCR.
Entienden en el centenario partido que es demasiado el “pago” a Joaquín De la Torre como ministro de Gobierno. Una jugada que también ha molestado en el massismo, donde intuyen que el trabajo político del ex intendente de San Miguel puede empezar por tratar de conquistar voluntades de ese espacio político.
El cambio repentino en la estructura ministerial con la designación de Federico Salvai como Jefe de Gabinete, el acercamiento entre dos espacios del PRO que se miraron todo el año con recelo y desconfianza, nuevas movidas que se avecinan, y la búsqueda de una apertura a sectores ligados al peronismo forman parte del mismo combo cuyo objetivo son las legislativas 2017. |