Sin correr una sola coma sobre cómo fue girada por el Senado, finalmente la Ley de Paridad será tratada y aprobada la semana que viene en la Cámara Baja bonaerense. “Estamos todos de acuerdo”, parecieron decir los diputados que integran la Comisión de Reforma Política que preside el massista Pablo Garate, puesto que no recibió objeción alguna.
No obstante, detrás de esa “unanimidad” se esconden voces disidentes que rechazan de lleno el proyecto, sobre todo, dentro del bloque oficialista Cambiemos. La más reciente fue la del diputado Guillermo Castello, uno de los alfiles de Lilita en la Legislatura bonaerense.
“El proyecto es claramente inconstitucional, injusto, inmoral, conflictivo y machista”, señaló contundente. “Es inconstitucional porque viola el principio de soberanía popular propio de la forma republicana de gobierno” y “obliga a los partidos políticos intervinientes a desplazar candidatos con mayor legitimidad popular y en mejores condiciones de interpretar la voluntad del pueblo, al solo efecto de cumplir con una paridad artificialmente impuesta”, añadió.
En esta línea, apuntó que es inmoral “porque degrada a ambos sexos, especialmente al femenino, por cuanto todas las mujeres que accedan a un cargo mediante una lista electoral 'paritaria' estarán siempre sospechadas de haber ingresado por haber integrado la misma solo para dar cumplimiento al cupo”.
“Es inconstitucional e injusto porque coloca un “techo” del 50 % a ambos sexos en la integración de las listas, obligando a excluir candidatos solamente por su sexo”, indicó y resulta conflictivo porque “atenta contra la eficacia en la gestión pública y la pretensión de la ciudadanía de que sus representantes les resuelvan sus problemas sin importar si son hombres o mujeres”.
“Es conflictivo porque abre una Caja de Pandora que podría habilitar en el futuro reclamos de cupos para discapacitados, pueblos originarios, sindicales, personas de tercera edad o jóvenes, por poner sólo ejemplos de planteos que ya se han realizado y cuya potencial conflictividad resulta evidente y colosal”, apuntó.
Al finalizar, el diputado Castello admitió que quizás su posición no era “políticamente correcta”. Sin embargo, instó a sus compañeros de bloque a no acompañar el proyecto “a fin de no sacrificar principios básicos de nuestro sistema institucional en aras de una coyuntura o corrección política superficial”.
Las declaraciones del “lilito” no hicieron más que profundizar la grieta existente en la bancada oficialista con respecto a la paridad de género en las listas legislativas. Ni bien comenzó la discusión, las voces a favor y en contra eran evidentes.
Pero la firme postura de la gobernadora María Eugenia Vidal hizo cambiar de opinión a más de uno. Expresamente, la mandataria bonaerense ordenó a sus diputados y senadores votar a favor de la paridad y así también lo manifestó el presidente del bloque de Cambiemos, Jorge Silvestre.
“La ley de paridad es promovida por Vidal, y forma parte de la Reforma Política que pretende realizar Cambiemos, cuyo primer paso fue el límite en las reelecciones de intendentes, concejales y legisladores, aprobada en agosto pasado”, señaló Silvestre.
El panorama es complejo. Mientras en la superficie todos bogan por la paridad de género, en Cambiemos se suman las voces disidentes. La líder del espacio ya sentó postura y el presidente del bloque también. A la hora de votar, ¿estarán todos de acuerdo? |
