“Hace meses que estoy trabajando con un tema: Rutas, Rutas, Rutas, Rutas, Rutas... Espero que en breve se empiece a notar en resultados”. Esto escribió días atrás en su Twitter el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía.
La realidad es que en la ruta provincial N° 51 los intendentes denuncian que las gestiones no se notan. El jefe comunal de Olavarría, José María Eseverri, se cruzó duro con el funcionario provincial a través de la red social, y por ello Alejandro Arlía confirmó un encuentro con los vecinos de esa localidad. Sin embargo, esa promesa no dejó contento al massista. En diálogo con La Tecla, Eseverri enfatizó: “Mas allá de la reunión, lo que queremos son soluciones”, y recordó que “en agosto pasado se comprometió a hacer un trabajo (en la ruta) por menos de tres millones de pesos, pero no se concretó”.
La carretera en cuestión recorre dieciséis distritos bonaerenses, y los alcaldes, en mayor o menor medida, reconocen que la calzada no está en buenas condiciones. Algunos, incluso oficialistas, califican que “está en un estado lamentable”; tal es el caso del mandatario de Chivilcoy, Aníbal Pitelli.
Pero no sólo los dirigentes políticos se quejan del mal estado de la carretera. La Tecla accedió a un informe presentado el año anterior por la comisaría de General Alvear a un diputado provincial, en el que aclara que dentro de su jurisdicción (entre los kilómetros 295 y 335) “la ruta en cuestión se encuentra en mal estado de transitabilidad, deformada con canaletas que retienen el agua en días de lluvia, lo que dificulta la estabilidad de los automóviles. Cuenta con un solo carril por mano y banquinas con pasto”.
Durante 2012 y en lo que va de 2013 en ese trayecto de 40 kilómetros se produjeron al menos veinte accidentes. En uno de los últimos siniestros el accidentado fue el ex intendente de Tapalqué y ex diputado provincial Mario Menchaca, quien cargó duro contra el titular de la cartera de Infraestructura y defendió el reclamo de Eseverri. A través de una misiva pública, el ex funcionario indicó: “El estado de la mencionada ruta es desastroso, tanto como el desgobierno del señor Scioli y la banda de incapaces y corruptos que lo secundan, encabezados por el impresentable ministro Arlía, quien se atreve a descalificar el reclamo del intendente de Olavarría respecto a la ruta 51”.
De acuerdo a las estadísticas de otras estaciones policiales, en el tramo Bahía Blanca - Coronel Pringles (121 kilómetros de extensión) se registraron en los últimos dos años y medio 27 accidentes de tránsito, con un saldo de ocho personas fallecidas. En el mismo período, a la altura de 25 de Mayo fueron más de cien los siniestros, mientras que en Saladillo, sólo en 2012 se registraron 87. Cabe destacar que los accidentes que no tienen como saldo heridos ni víctimas fatales quedan sin contabilizarse en las cifras oficiales.
La Policía Comunal de General La Madrid destaca, en otro relevamiento, que “en varias ocasiones han tenido lugar accidentes de tránsito, en los que no se han registrado víctimas de lesiones, por lo que el accionar de esta Policía se circunscribe solamente al auxilio, no existiendo de ello estadísticas al respecto”.
Los alcaldes que tienen injerencia en la RP 51 afirman que desde 2001 no se llevan adelante obras de consideración. El intendente de Bahía Blanca, Gustavo Bevilacqua, se mostró muy molesto por el gasto en publicidad por parte de la Provincia y la falta de obras. “Entre un cartel que diga Vamos a la playa y pavimentar la ruta, yo prefiero pavimentar un kilómetro de ruta”, ironizó.
A pesar de que desde Vialidad provincial alertan que no se debe circular a más de 110 kilómetros en las rutas bonaerenses, en varios tramos de la 51 se observan señalizaciones que indican que la velocidad máxima debe ser de 40 kilómetros, debido al mal estado de la calzada.
Además del reproche por la no repavimentación de la arteria, lo que los intendentes reclaman a Alejandro Arlía es gestión. Ellos aseguran que la Provincia no hace ni la mínima inversión para solucionar levemente el riesgo de los que viajan por esa vía. “No esperamos que se repavimente la ruta de un momento para el otro, pero el ministro podría, al menos, hacer cortar el pasto en las banquinas, ordenar pintar las líneas demarcatorias, colocar cartelería y solucionar los sectores que están en peor estado”, coincidieron tres jefes comunales kirchneristas.
Los mandatarios municipales saben que las respuestas no llegarán de un momento para el otro, pero esperan que, al menos antes de que culmine el año, desde la Provincia se ejecuten todas las obras que el ministro se comprometió a realizar en cada uno de los encuentros con ellos. Sin embargo, teniendo en cuenta la situación económica por la que atraviesa Buenos Aires, el cumplimiento de estas obras choca con otras urgencias, a las que la Provincia les da prioridad. |
