Argentina
Jueves, 28 marzo 2024
ALBERTO DE FAZIO
28 de julio de 2012

“No somos soldados, somos militantes”

El senador de La Juan Domingo es un asiduo defensor público del sciolismo en los momentos de tensión. El Twitter como herramienta y las críticas a los políticos que no interactúan con la conducción

“No somos soldados, somos militantes” - La Tecla

Para Alberto De Fazio, el Twitter “es una herramienta de comunicación que recién ahora comienza a ser valorada por su dimensión, una herramienta que permite que la gente se entere en tiempo real lo que uno piensa o lo que una organización piensa; y eso, en términos de democratización de la información, es sustancial”.

El senador del Frente para la Victoria forma parte del grupo sciolista que se congrega en La Juan Domingo, y desde esa postura política contesta, con acidez y sin anestesia, los embates hacia el Gobernador. También sin pelos en la lengua responde a La Tecla en su despacho del Anexo de la cámara Alta, donde no usa computadora fija y siempre tiene a mano su moderno teléfono móvil. Pese a ser un tirador nato en las redes sociales, a tal punto de quedar en las últimas semanas en la primera línea de fuego en la trinchera de Daniel Scioli, asegura que él y su grupo no son soldados de nadie.

-¿Se considera un kamikaze del Twitter?
-No, no. Mi cantidad de tweets es escasa, no tengo compulsión, como algunos. Veo
a algunos dirigentes nacionales que arrancan a las siete de la mañana y terminan a las dos de la mañana del día siguiente, y mandan tweets cada treinta segundos o un minuto. Me parece que eso es desvirtuar el tema, porque termina sin tener contenido. Cuando uno tiene cien twetts de una persona, se le hace difícil seleccionar cuál es importante. Creo que hay un mal uso de muchos dirigentes.

-Me refería, precisamente, al contenido; a veces sus tweets son muy duros.
-Justamente, el contenido tiene que ver con la cantidad. Cuando yo escribo es porque tengo algo para decir, si no, uno escribe y es muy difícil darles contenido a cien. Uno les da contenido a tres o a cuatro. Mi estrategia de comunicación es que si ustedes ven algo mío es porque tengo algo para decir; salvo excepciones, cuando puedo hacer alguna broma con un compañero. No hay que sobreinformar, porque la gente no termina de distinguir qué es lo importante y qué lo banal. Tampoco uso el Twitter para no decir nada.

-Generalmente, lo que dice genera respuestas o reacciones fuertes; por eso le preguntaba si era un kamikaze.
-No sé si kamikaze, porque el kamikaze se mata por algo. Nosotros no creemos
en los fanatismos, no somos soldados de nadie, no damos la vida por nadie, salvo por la patria; ese tipo de fundamentalismos no condice con una democracia republicana.

-¿No es un soldado de Daniel Scioli?
-No, no, no; nosotros no somos soldados de nadie, somos militantes políticos. El soldado no distingue, obedece y va al frente, no tiene criterio. Nosotros somos militantes. El militante tiene criterio, tiene razonamiento, tiene opinión, debate, retruca el debate, y es orgánico. Una vez que la conducción toma una decisión, el militante obedece esa decisión, pero no es un autómata, como un soldado, que no discute con el coronel o el general, no emite opinión, obedece. Y ésa es una diferencia sustancial de la militancia política de este espacio. Por eso La Juan Domingo nace como una respuesta a esta necesidad de los militantes; porque en otras organizaciones hacen soldados, gente que no puede emitir opinión, no sabe por qué se toman las decisiones ni interactúan con la conducción. Y eso no es lo que nos enseñó Perón. El, que era militar, decía que si bien el método es parecido, la política es otra cosa. En política no se manda, se persuade. El éxito de La Juan Domingo en la Provincia y en el país viene dado porque tiene un espacio de participación del militante y de interacción con la conducción.

-¿El kirchnerismo tiene más soldados que militantes?
-El kirchnerismo es todo, es la actualización doctrinaria del peronismo del siglo XXI. Y dentro de ese espacio hay organizaciones de todo tipo: La Cámpora, Kolina, el Evita y cientos de movimientos y agrupaciones; cada una tiene sus características. Hay organizaciones que son muy democráticas, particpativas e interactivas, y otras muy cerradas, que la gente no sabe quién las conduce, que para mí son sectarias, y ése es otro pecado. Si se releen “las veinte verdades”, hay una que es no ser sectario ni excluyente, y ciertamente hay organizaciones sectarias y excluyentes.

-¿Que tienen intención de excluir a Scioli?
-No hablo en esos términos, hablo en términos de cerramientos internos, de pensar que la política se hace con vanguardias y que sólo unos pocos iluminados entienden la realidad, y que esos pocos deben salvar al resto del país de su ignorancia y de su falta de análisis político. Esos terminan después, en las elecciones, con 4,5 por ciento de los votos. El peronismo es, justamente, amplio; por eso Perón se nutre de radicales, conservadores, laboristas y comunistas y forma ese movimiento amplio.

-Ya que hablamos tanto de Perón, ¿las peleas de las últimas semanas son, precisamente, peleas, o es que se están reproduciendo?
-Si uno mira el espectro político argentino, piensa que son reproducciones, porque la verdad es que la oposición no capitaliza ninguna de estas peleas en términos políticos. Si fueran peleas, uno tendría la sensación de pérdida, y la verdad es que el peronismo está cada día más fuerte, y la gente no avizora una alternativa al peronismo. Este es un defecto del sistema político nuestro. No es una virtud del peronismo ni una cuestión negativa de la oposición, es un defecto del sistema político, que debemos revisar en algún momento y crear sistemas de partidos políticos modernos.

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