“Nosotros no tenemos por qué reservar ningún partido, vamos a ir con el PJ a la interna del Frente para la Victoria”, responde, con cierto fastidio, un operador del sciolismo cuando se lo consulta sobre el camino a tomar si finalmente Daniel Scioli se viera obligado a ir por fuera de la estructura actual del oficialismo.
De todos modos, nunca un político con aspiraciones serias deja detalles librados al azar, como la reserva de un sello partidario propio para cualquier eventualidad. Y Daniel Scioli no es, ni será, la excepción. Desde el entorno del Gobernador descartaron de plano los rumores sobre la idea de avanzar en la creación del Partido Naranja.
Antes de las elecciones de 2011 el mandatario provincial había acordado con Daniel Herrera, por entonces presidente del mítico partido Unión Popular (aquel con el cual compitió el proscripto PJ en las elecciones de 1962 que consagraron gobernador bonaerense a Andrés Framini), para que ese sello fuera el amparo electoral del sciolismo si finalmente el FpV no lo apoyaba para su continuidad como Gobernador.
El agua no llegó al río y Unión Popular, siempre buscada por algún sector justicialista deseoso de competir en una alianza distinta de la del PJ orgánico, no apareció en la contienda electoral. Después comenzaron las vicisitudes del partido, con una polémica intervención y una posterior alianza con Sergio Massa. De hecho, UP es la única organización política con reconocimiento nacional entre todas las integrantes del Frente Renovador. Y pasa a ser una herramienta clave en la futura conformación de un frente nacional para sostener la candidatura presidencial de Massa.
El tigrense tiene dificultades con el patentamiento del Frente Renovador como partido, a raíz de un conflicto con el Frente Renovador de Misiones. La cuestión está en la Justicia. Como también lo está la pertenencia de Unión Popular. Con una particularidad: si la instancia judicial decidiera restituir el sello a sus anteriores dirigentes, éstos mudarían rápidamente de espacio.
Daniel Herrera, quien era presidente de la Convención Nacional y apoderado antes de la intervención, fue muy claro. “No he hablado últimamente con Scioli, pero si el partido vuelve a nuestras manos no seguirá en el Frente Renovador”, dijo a La Tecla. En su momento también presentó ante el juez federal de La Plata, Manuel Blanco, una impugnación a la composición del FR con UP adentro, pero no prosperó.
En manos de Casanello
El partido nacional y algunas jurisdicciones provinciales fueron intervenidos por la jueza electoral María Servini de Cubría.
El motivo principal fue revisar la cuestión patrimonial de la fuerza. Designó interventor a Marcelo D’Alessandro, de estrecho vínculo con la magistrada y por entonces Director General de Administración de Infracciones de la Ciudad de Buenos aires.
D’Alessandro metió a la UP en el Frente Renovador, y tuvo su recompensa con un lugar en la lista de diputados nacionales encabezada por Massa. En el proceso, el partido hizo convenciones y reuniones que avalaron alianzas y cambios de conducción. Ese proceder fue denunciado en la Justicia por Herrera, bajo la sospecha de haberse cometido el delito de falsedad ideológica.
La presentación recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 7, a cargo del juez Sebastián Casanello.
La causa está avanzada, y en el transcurso de este mes el magistrado terminaría de reunir las evidencias para tomar una resolución. Una de las principales pruebas, aportada por los denunciantes y en la que se basa la presentación por “falsedad ideológica”, es que una convención realizada por Unión Popular no fue en el lugar ni en los términos que marca el acta.
Los denunciantes aseveran que esa convención no se realizó, y que al acta, los presuntos participantes (y no estarían todos los que el documento suscribe) lo firmaron en una escribanía. También se sostiene que “no hubo quórum en esa asamblea”.
Herrera y sus seguidores esperan una resolución favorable de Casanello para recuperar el sello, e inmediatamente ofrecerlo como instrumento electoral a quien lo necesite. Le hará saber a Daniel Scioli que estará a su disposición, por las dudas. Si pierde, al sello se lo queda Massa. |
