Argentina
Sábado, 20 abril 2024
02/12/2010
ARDE JUNIN
Malabares de una gestión que hierve al vapor
El gobierno de Mario Meoni está en la mira de los concejales por presuntas irregularidades del más variado color. Licitaciones singulares, obras con empresas privadas y manejos poco claros
Hace más un año desde el gobierno de Junín se escapó una afirmación, disfrazada de fallido, que hoy le juega una parada brava al intendente, Mario Meoni. “Coladores de corrupción” fueron las palabras que cayeron sueltas de la boca del cobista, y reavivaron todo un proceso judicial, impulsado por los concejales opositores y el propio jefe comunal, para dilucidar cuál es realmente la radiografía de la administración, a la que se le endilgan irregularidades que pocos logran corroborar.

“El habla de coladores y lo desarrolla tranquilamente; dice que hay coladores en la administración municipal, que lo
va a poner en manos de algún fiscal, que es algo difícil de comprobar”, afirma Magdalena Ricchini, edil de la Coalición Cívica y Reencuentro por Junín, aludiendo a aquel simbólico momento de octubre de 2009.

Esas frases resonantes a modo de “mea culpa” abrieron el portón para que las acusaciones contra la gestión juninense se diversificaran por el territorio intentando hallar asidero. En este plano, el rol de algunos representantes del Concejo Deliberante enviando pedidos de informes al Ejecutivo, y las respuestas dadas desde la administración, generan múltiples huecos, pasibles también de múltiples lecturas.

Informes, dudas, vacíos

El 10 de junio de 2009 los concejales de la CC elevaron una nota al fiscal general del departamento judicial de Junín, Juan Manuel Mastrolilli, y realizaron una exposición de fotos para denunciar que había bienes y personal municipal trabajando
en un acto de presentación de la lista del intendente, preparando las elecciones del 28 de junio.

“Pedimos que se investigue porque habría bienes pertenecientes a los vecinos de Junín que se desviarían en beneficio de un partido político, para financiar campañas, posicionar candidatos”, indican desde el bloque de la Coalición. “Eso lo desestimaron, dijeron que no había delito”, apuntan.

En otra presentación, con fecha 13 de julio de 2009, se solicitó al departamento de Seguridad municipal que informara cuáles eran los criterios para la realización de obras viales y demás trabajos que se efectúan o se realizarán en el futuro en el barrio El Cerrito Colorado.

Además se demandó al Ejecutivo que explicara si se había alquilado la maquinaria comunal para desarrollar labores “de interés de algún privado” y, de ser así, si dichas acciones habían sido autorizadas. Según lo que aseguran los ediles opositores, esa propuesta no fue replicada directamente. “Nos contestaron con una noticia del diario que anticipó nuestro pedido”, aclaran desde el Concejo, con risas irónicas.

“El Municipio tiene los moldes, tiene la planta de hormigón, la mano de obra especializada para el asfalto, los cordones cuneta y los badenes por donde pasa el agua; y estamos viendo que son todas empresas privadas y el trabajador hace bacheos y cosas mínimas”, cuestiona Daniel Rosetti, secretario general del Sindicato Obrero y Empleados municipales, refiriéndose a los manejos que se le endosan al Ejecutivo.

Dos semanas después, a raíz de lo que apuntan fue una denuncia desde el mismo personal, se cargaron las tintas sobre el pavimento que se había utilizado para la obra en la laguna de Junín. La imputación consigna que se empleó menos grosor de lo que se pedía en la licitación, y que se modificaron, luego de ser otorgada al adjudicatario, algunas cuestiones de las condiciones del pliego.

Marca textual el requerimiento firmado por el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), el peronismo y la CC: “Lo expresado por el departamento ejecutivo en su respuesta al pedido de informes nos crea dudas, ya que los principios que rigen la licitación pública son los de concurrencia, igualdad y publicidad, y que los pliegos y condiciones no pueden ser modificados después de la adjudicación, ya que eso indiciaría una violación del contrato”.

Más reverberaciones
Los coletazos de aquella frase infortunada de 2009 no se terminan solamente en el ámbito legislativo local, sino que trascienden a fronteras provinciales, como el caso del ex intendente y actual diputado provincial Abel Miguel (CC): “Se ha denunciado que con algunas maquinarias viales se han hecho trabajos a terceros; este otro asunto, de las licitaciones, también es vox pópuli. Licitaciones que se han debido anular; la de las cámaras de seguridad fue un escándalo, la primera licitación estaba orientada y se anuló”.

Las acusaciones direccionadas hacia la gestión de Mario Meoni, que hacen mella en las presuntas irregularidades, siempre logran escribir unas líneas más, favorecidas por la dialéctica singular del intendente con sus “coladores”. Imputaciones sobre la contaminación ambiental por el relleno sanitario a cielo abierto, la planta purificadora funcionando con defecciones, hipotéticos aprietes a los trabajadores y enfermedades terminales y malformaciones debido al agua con arsénico
completan un cuadro con aristas que se disparan para leer la coyuntura de Junín.

“Estas cuestiones son presentadas, algunas con respuestas satisfactorias, otras quedamos con el beneficio de la duda o con el maleficio de la duda”, resalta un edil opositor.

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