Ante las presiones de un PJ Bonaerense movido, Hugo Moyano decidió tomar el toro por las astas y convocar a una reunión del Consejo del partido. En este sentido, instruyó a sus colaboradores para que den curso a la medida. Según trascendió, les habría dicho a sus allegados que exigirá a los intendentes llamados díscolos –esos que aún se resisten a tenerlo al frente de la conducción de la estructura bonaerense- que blanqueen la soterrada versión acerca de que lo quieren desplazar del cargo. En rigor, comienza a abrirse una puja interna por el manejo de la lapicera el próximo año, y por el control de la Junta Electoral del Partido, donde se decide quiénes pueden ir o no con la boleta oficial. Desde el oficialismo, el Camionero recibió todo el apoyo. Néstor Kirchner dijo que "nunca oyó" críticas a su conducción, ninguneando de alguna manera al grupo de intendentes que se abroquela para hacerle frente. También José Pampuro, que aún no se decide a participar en la puja por quedarse con Lanús, blanqueó su apoyo. |