Argentina
Viernes, 3 mayo 2024
INFORME
22 de abril de 2024

Interlocutores para el diálogo político

Obligado a negociar, el Gobierno cuenta con varias espadas para avanzar en acuerdos con legisladores y alcaldes. Los apellidos con los que intenta cerrar pactos y la búsqueda de referentes en el PRO

Por Javier Garbulsky

Axel Kicillof se mantuvo a flote tras el huracán libetario de 2023 y logró su ree-lección en la provincia de Buenos Aires, aunque su proyecto debe contar con apoyos para avanzar, más allá del acompañamiento de su propio espacio. Para ello, el Gobernador cuenta con algunas espadas de indiscutible confianza, como el jefe de Gabinete y amigo personal, Carlos Bianco.

El responsable del ya mítico Clío, con el que el mandatario provincial realizó sus periplos de campaña en 2019, funge como enlace con un sector por fuera del oficialismo, como lo son los intendentes opositores, especialmente los radicales.

Así, coordinó la reunión que mantuvo el mandatario provincial y buena parte de su gabinete con los miembros del Foro de jefes comunales radicales, venciendo ciertas resistencias de los interlocutores. “Carli tiene una personalidad fuerte, a veces abusa de la agresión o la chicana, pero es en quien Kicillof confía”, confesó un jefe comunal boina blanca.

También cumple un rol importante Agustina Vila, una de las integrantes de grupo chico de personas en las que confía el Gobernador, especialmente para atender las inquietudes de los legisladores, propios y extraños. La Secretaria General de la Gobernación estableció buenos vínculos con muchos intendentes de (ex) Juntos por el Cambio en su paso por la Dirección General de Cultura y Educación, teniendo excelente llegada a alcaldes como el rauchense Maximiliano Suescun, presidente del órgano que nuclea a los mandamases de la UCR.

Claro está que otros integrantes del círculo kicillofista juegan su rol, como el que le toca a Pablo López, el ministro de Economía bonaerense, cuando de números se trata. El funcionario es visto como quien levanta o baja el pulgar cuando está en juego el reparto de fondos, como sucedió con la negociación que terminó con el apoyo del PRO, la UCR y un sector de los libertarios a los proyectos de Ley Fiscal Impositiva y Fondo de Fortalecimiento para los municipios, votado por la Legislatura a finales de 2023.

A la lista hay que sumar otra pieza clave desde hace unos meses para el Gobernador, en el marco de la paralización de las obras públicas dispuesta por la administración nacional. Por los despachos de la cartera de Infraestructura desfilan intendentes y legisladores, buscando precisiones por parte de Gabriel Katopodis para saber cuáles de las iniciativas continuarán su marcha.

El círculo kicillofista también incluye a otra mujer: Cristina Álvarez Rodríguez, actual Jefa de Asesores del Ejecutivo, quien es otra de las poleas de transmisión del Ejecutivo, en este caso con los legisladores bonaerenses.

La implosión violeta que marcó a los “acuerdistas” y los “distantes”

Sin distritos gobernados por libertarios, el diálogo entre el oficialismo y los bloques de La Libertad Avanza son de tipo institucional. No hay contacto entre el Ejecutivo con los mileístas comandados por el diputado Nahuel Sotelo y el senador Carlos Curestis, quien reemplazó a Sebastián Pareja, funcionario del Gobierno nacional. No obstante, sí existen charlas con el propio Pareja. En cambio, existe un mínimo feedback con los “dialoguistas”, señalados como “libermassistas” por sus exsocios de bancada.

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Así, hay contactos con el senador Carlos Kikuchi, desplazado por Karina Milei de su rol de armador libertario y que conformó un bloque de tres legisladores. Más evidente es el buen rollo y la coincidencia que el oficialismo tiene con los diputados de este sector, presididos por Gustavo Cuervo.

El espacio, con nueve bancas, votó hasta el momento junto a Unión por la Patria, y mantiene línea directa con los referentes oficialistas en la Legislatura. Horas atrás apoyaron un proyecto del camporismo para elevar las indemnizaciones laborales en la comisión de Legislación General.

Cuatro vacantes listas para la gran rosca

Con el anuncio de que Luis Genoud dejará su lugar en la Suprema Corte de Justicia, el Gobierno provincial parece decidido a cubrir las cuatro vacantes. No está claro aún quiénes serán las espadas de cada sector, con dos sillones para Unión por la Patria y los restantes para la oposición, presumiblemente una para el PRO y la otra para el radicalismo. Entre los amarillos vuelve a sonar el nombre de Andrés Antonio Soto, juez de la Sala 3 de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial Nº 2 de La Plata, quien había sido propuesto tiempo atrás por el exintendente de la capital, Julio Garro.

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En tanto, los radicales anotan dos apellidos: el de Marina Sánchez Herrero, presidenta del Concejo Deliberante de General Pueyrredon y exintegrante del Consejo de la Magistratura de la Nación, y Miguel Berri, decano de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata. El oficialismo hizo rodar tiempo atrás el nombre de Marisa Herrera, de Justicia Legítima y cercana a Cristina. Julio Alak, por entonces, apostaba por Ana María Bourimborde, titular de la Cámara de Apelación.

Contactos delegados y algunos nuevos actores en el radicalismo

Los radicales tienen en Maximiliano Abad, senador nacional por la Provincia, a un histórico interlocutor con el gobierno de Axel Kicillof. A partir de su salto al Senado el presidente del Comité Provincia delegó algunos contactos en su alfil legislativo, el también marplatense Diego Garciarena, que comanda una de las dos bancadas de la UCR, en interbloque (de hecho) con amarillos y lilitos. En el Senado es el también líder del bloque, el chacabuquense Agustín Máspoli, quien actúa como polea de transmisión con el Ejecutivo, siendo la voz de los intendentes cuando se trata de temas de incumbencia legislativa.

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Es nexo con el oficialismo, especialmente articulando con Teresa García, lideresa de la bancada de Unión por la Patria, y con Alejandro Rabinovich, su igual en el bloque PRO. Aunque la nueva conformación del Foro de jefes comunales del radicalismo, encabezada por el rauchense Maximiliano Suescun (reemplazó a Miguel Fernández, que tenía diálogo fluido con ministros como Carlos Bianco o Pablo López) decidió tener más autonomía.

Así, los alcaldes boina blanca gestionaron sin intermediarios la reunión que mantuvieron con el gobernador Axel Kicillof y sus ministros en La Plata, lo mismo que con el senador Martín Lousteau, presidente del Comité Nacional partidario. Esperan pronto hacer los mismo con Abad, en un año de renovación de autoridades provinciales. En el caso de los intendentes, dos son los que tienen línea directa con Kicillof y sus colaboradores: el propio Suescun y el veterano Miguel Lunghi, histórico jefe comunal de Tandil.

Un espacio que el PRO no puede llenar y desespera al Ejecutivo
 
El descalabro electoral de Juntos provocó que el PRO quedara sin liderazgos, cuestionados luego de las generales del año pasado. El partido entró en un tiempo de debate y reconfiguración, lo que complica el vínculo con el oficialismo. Desde el Ejecutivo señalan que es “difícil establecer con quién articular, porque no hay interlocutores validados”, una situación que los inquieta, aseguran. En realidad, la ausencia de canales confiables con el Gobierno provincial se inició en mayo de 2022, cuando Néstor Grindetti pegó el portazo como nexo con el entonces jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, con quien negoció la reforma al régimen jubilatorio de los trabajadores del Bapro, volteado por orden de Mauricio Macri.

Interlocutores para el diálogo político

Desde hace meses el Ejecutivo intenta encontrar un referente para acordar, con Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, como uno de los postulantes, aunque no es fácil encolumnar a los demás. “Uno que podría ser interesante es Diego Santilli, pero está cada vez más cerca de los libertarios”.se quejaron, aunque saben que si Cristian Ritondo toma las riendas del PRO bonaerense, el “Colo” podría encabezar la lista de legisladores nacionales.

Otro que cuenta con el visto bueno del kicillofismo es el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, que vehiculiza las demandas de los jefes comunales amarillos hacia los dos presidentes de bloque en la Legislatura provincial: el tam- bién marplatense Alejandro Rabinovich en el Senado y Agustín Forchieri en la Cámara baja, con llegada al titular del cuerpo, Alejandro Dichiara, con dotes de negociador.


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