El golpe fue fuerte, e hizo morder el polvo de la derrota a Juntos por el Cambio. Y, en este contexto, el PRO acusó con más dureza no haber podido ingresar con Patricia Bullrich al balotaje, que finalmente se dirimió entre Sergio Massa y Javier Milei, actual titular de la Rosada.
Lo remezones también se manifestaron en la provincia de Buenos Aires, donde el espacio amarillo encabezó la fórmula bonaerense a través de Néstor Grindetti (lo acompañó el radical Miguel Fernández), finalizando a una gran distancia en votos del gobernador reelecto Axel Kicillof.
La herida fue tan profunda que recién hace algunas horas se realizó el primer encuentro entre todos los sectores que conforman la vida interna del partido. Fue en Lobos, distrito gobernado por Jorge Etcheverry, uno de los suyos.
La juntada fue motorizada por los bloques parlamentarios, e incluyó a legisladores nacionales y provinciales, además de jefes comunales de ese sector, con la idea de hacer, en primer lugar, catarsis y autocrítica sobre lo ocurrido en 2023.
En este aspecto, coincidieron en señalar a las disputas internas (internismo fue la expresión utilizada) como uno de los factores principales para explicar la derrota del año pasado. Es por eso que unidad fue una de las palabras más repetidas cuando analizaron el horizonte al que se enfrenta el PRO en la Provincia.
También intercambiaron sensaciones respecto de la situación en los territorios, con intendentes golpeados por la escasez de fondos, entre baja de coparticipación y de cobro de tasas, a lo que se suma la paralización de la obra pública nacional.
Allí apareció un elemento que, aunque no divide, exhibe matices entre quienes pregonan la necesidad de acelerar un pacto con los libertarios y aquellos que son proclives a manotear el freno y espera un poco para tomar tal determinación. “No vaya a pasarnos que Milei se estrelle y nos arrastre a todos con él”, expresó uno de los participantes del encuentro.
Del lado de los legisladores, el consenso generalizado es mantener la férrea unidad dentro de los bloques de Diputados y Senadores, teniendo en cuenta que en las últimas horas en la Cámara Alta sufrieron la huida de la polémica Florencia Arietto, quien se unió a los libertarios que comanda Carlos Curestis.
Por el momento no se plantean romper el esquema de funcionamiento como interbloque (de hecho, no de derecho, ya que esa figura no existe en la Legislatura) junto con radicales, lilitos y monzoístas, remarcando su perfil opositor al gobierno de Axel Kicillof y de colaboración con el de Milei. “No es querramos que a Kicillof le vaya mal, solo decimos que deseamos que al Gobierno nacional le vaya bien”, explicó un legislador presente en el Club de Pesca de ese municipio.
Por el momento nadie habla de candidaturas, una opción extremadamente lejana en esta Argentina que cambia a ritmo frenético. Sin embargo, a regañadientes, no son pocos los que reconocen que “algo se habla”.
En tal sentido, señalaron a La Tecla.info que el ordenamiento “arriba” ayuda a acomodar lo provincial, en referencia a la elección de las nuevas autoridades del PRO nacional, comandado ahora por Mauricio Macri y con la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, secundándolo, un triunfo del jefe de Gobierno porteño Jorge Macri.
A pesar del hermetismo y de las desmentidas, se afianzan las posibilidades de que Cristian Ritondo tome el control del PRO bonaerense, hoy en manos de la senadora provincial Daniela Reich, electa vicepresidenta de la Cámara Alta con apoyo de los demás sectores. La esposa del intendente Diego Valenzuela, uno de los ausentes en territorio lobense, tiene mandato hasta 2026, aunque todos coinciden en que los plazos se adelantarían.
En la bancada conviven diferentes sensibilidades dentro el espacio, que tiene una dupla directriz que continúa en 2024, aunque con rancho aparte de los radicales. Este año el marplatense Alejandro Rabinovich preside, secundado por el angelicista Christian Gribaudo, invirtiéndose los roles el año próximo. Lo mismo ocurre en Diputados, donde el liderazgo lo tiene el santillista Agustín Forchieri y la vicepresidencia el ritondista Matías Ranzini.
Sin mayores conclusiones, el cónclave amarillo dejó la confirmación, además, de que Diego Santilli, presente junto a Ritondo, Grindetti y otros referentes, jugará fuerte hacia el futuro como parte del acuerdo con los demás popes partidarios.
Alejado de Horacio Rodríguez Larreta y con un discurso ultramileísta en los últimos tiempos, contaría con el aval para renovar su mandato y encabezar la boleta de candidatos a diputados nacionales en 2025, como trampolín hacia lo que hoy por hoy es una aspiración que no pudo concretar en 2023: ser candidato a Gobernador provincial.
"Fue un error la interna en la Provincia el año pasado, si hubiésemos consensuado para que sea el Colo haya sido candidato a Gobernador la historia podría haber sido otra. Es contrafáctico, claro, pero él venía de ganar en 2021 y estaba mejor en imagen que Néstor (Grindetti) porque tenía mayor nivel de conocimiento en la gente", se lamentó un intendente del interior.
La idea de un compromiso al estilo de los Tres Mosqueteros, donde el leit motiv sea “uno para todos y todos para Ritondo y Santilli, ronda la cabeza de más de un dirigente, a pesar de que 2025 quede a un siglo de distancia para la vertiginosa política vernácula.
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